Amenazado hasta casi el último momento por la lluvia, la quinta edición del festival de música Mad Cool ha abierto este miércoles sus puertas hasta el 10 de julio haciendo frente a un reto organizativo tras dos años de parón por la crisis sanitaria, además de acoger en su recinto a más de 60.000 personas.
Los artistas Seasick Steve y Alec Benjamin han dado el pistoletazo de salida a esta cita a las 17,50 horas con rigurosa puntualidad, en una jornada de aforo completo que acogerá treinta bandas entre sus siete escenarios.
"No hay Mad Cool sin tormenta de verano", repetían varios usuarios en la plataforma Twitter, cuando, a menos de dos horas del comienzo del festival, un aguacero con aparato eléctrico descargaba desde el cielo de Madrid, lo que no ha frenado la llegada de los primeros asistentes que, en torno a las cuatro de la tarde, han entrado ya al recinto.
"Hemos accedido con normalidad al recinto. No nos ha asustado la lluvia porque es algo que ya pasó en la última edición", han explicado Alejandra Del Hoyo y Paula Rivero a Efe desde el espacio ubicado por último año junto a Ifema, al que han preferido acudir "con tiempo, por si acaso".
Alrededor de las ocho de la tarde es cuando ha llegado el mayor volumen de asistentes, dispuestos a disfrutar del rock duro de Metallica en una primera jornada de aforo completo: 60.000 personas frente a las 80.000 que se dieron cita en la edición de 2018, cuando el colapso en los accesos y servicios se convirtió en noticia, lo que motivó el cambio un año después, el último antes de la pandemia.
Dos años después, la movilidad en el recinto de una mayoría de público que ha prescindido de las mascarillas ha transcurrido con normalidad, aunque el colapso de la aplicación para recargar las pulseras con las que se canjean las compras de comida y bebida en barras ha generado, en algunos puntos, colas para hacer pedidos.
"El sistema se ha colapsado y las colas para recargar están siendo largas, aunque es cierto que en barra los pedidos son muchísimo más rápidos que otros años", han señalado Paula Carrasco y Diego de Blas, que compraron su entrada para esta edición en 2019.
El festival ha introducido además algunas novedades, como una piscina o un punto Violeta y Arcoíris como centro de apoyo, información y asesoramiento sobre cualquier tipo de violencia, además de desplegar espacios de hidratación, su emblemática noria y más de 50 "foodtrucks" adaptados a gustos y también intolerancias alimenticias.
Del rock duro de Metallica al alternativo de Placebo, el pop de Twenty One Pilots, el rap de SFDK, Yungblud, Wolf Alice o la música experimental de Yves Tumor son algunos de los artistas que inauguran la primera jornada del eclético festival musical por el que, hasta el próximo 10 de julio, desfilarán un total de 150 artistas de distintos géneros.
"He venido por Yungblud y Twenty One Pilots. Suelo venir todos los años y he comprado abono completo", ha relatado a Efe Alba Escribano, una de las asistentes, sobre algunos de los grupos que más expectación generan hoy junto a Metallica, la cita más esperada de la jornada y para la que cientos de fans ataviados con camisetas negras han aguardado impacientes.