La Comunidad de Madrid ha iniciado la campaña informativa 'Juega limpio: encesta las toallitas en la papelera' para concienciar a la población sobre el peligro para el medio ambiente que supone arrojar estos residuos al inodoro.
En ella se advierte a la ciudadanía de las consecuencias que acarrea utilizar el retrete como cubo de basura, un hábito que puede causar serios daños tanto en las instalaciones interiores de las viviendas como en la red de alcantarillado, especialmente en depuradoras, infraestructuras hidráulicas vitales para la salvaguarda de los ecosistemas acuáticos.
De hecho, este año se han retirado más de 1.500 toneladas de residuos de la red de saneamiento, extraídas de los casi 300 aliviaderos equipados con mallas, rejas y otros dispositivos de contención, que evitan contaminar los ríos tras episodios intensos de lluvia.
COSTE ECONÓMICO Y RIESGO AMBIENTAL Y PERSONAL
Cada año llegan a las estaciones de depuración de la región más de 30.000 toneladas de toallitas húmedas y otros restos sólidos, desechados incorrectamente.
A diferencia del papel higiénico, que en poco tiempo se disuelve por completo, este tipo de material no se degrada lo suficientemente rápido y llegan intactas a las plantas de depuración, donde se pueden enmarañar en rejas, tamices y bombas.
A la posibilidad de que estos elementos queden fuera de servicio se añade el riesgo que sufren los operarios encargados de desatascar los equipos hidráulicos.
Además, Canal de Isabel II ha cuantificado en una cifra media de 3,5 millones de euros el sobrecoste anual que suponen estos vertidos en la red de saneamiento, incluye costes de retirada y extra de mano de obra para la limpieza de las bombas, reposición de las que quedan inoperativas y el incremento en la factura energética.