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El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Javier Fernández-Lasquetty, ha confirmado este martes que el bebé de la mujer asesinada en una iglesia falleció por los daños cerebrales derivados de la falta de oxígeno que sufrió mientras estuvo en parada cardiaca dentro del vientre de su madre.

La mujer, embarazada de nueve meses, recibió un disparó en la sien mientras esperaba al inicio de la misa de 20 horas el pasado jueves en la parroquia de Nuestra Señora del Pinar.

A pesar de la rápida intervención del equipo sanitario del Samur y del Summa-112, que le practicaron una rápida cesárea y le trasladaron inmediatamente al Hospital de La Paz de Madrid, el pequeño no ha podido salir adelante. Su madre también falleció.

"Ha estado en un servicio pediátrico de primer nivel mundial, en el que me consta que han hecho, lo hacen en todos los casos, pero en este caso con más empeño y con más cariño, todo lo que han podido para salvarle la vida. Al final no ha sido posible porque la medicina tiene sus límites", ha indicado Lasquetty tras inaugurar hoy la I Jornada de Transplante Pulmonar Infantil en el Hospital de La Paz.

El consejero también ha transmitido su pésame al padre, la abuela y a toda la familia del bebé fallecido y ha manifestado que la noticia de su muerte ayer por la tarde le produjo "una tristeza enorme, como a todos los españoles y madrileños".