El centro de Móstoles ha vivido hoy la representación de las escenas del Lavadero, La Ermita y Ayuntamiento, preludio a la representación histórica del 2 de mayo de 1808 que se celebrará mañana para rememorar el levantamiento contra el invasor francés.
El director del montaje, Claudio Pascual, ha explicado a Efe que la primera representación -El Lavadero- ha arrancado con las vecinas del pueblo lavando ropa en la plaza del Lavadero.
A esta escena costumbrista, a las 12:00 horas, le ha seguido la representación a las puertas de la Ermita de la Virgen de la Soledad, porque el 1 de mayo de 1808 "era domingo".
En ella, según ha contado a Efe la directora de la Escuela de Danza 1808, Soledad Fernández, veinte bailarines con trajes goyescos -ella inclusive- han interpretado tres tipos de jotas (las de Móstoles, San Martín de Valdeiglesias y Madrid).
El guión dice que los vecinos que asisten a misa son ajenos a lo que ocurriría un día después con el histórico bando de los alcaldes Andrés Torrejón y Simón Hernández.
Así, en ese momento de la obra, el cura procede "a cambiar el manto a la Virgen", festejado por los bailarines junto a unos arcos con plantas enredaderas.
"Ha habido una recolecta en el pueblo y ya es hora de que le cambien el manto a la Virgen; eso nos da pie para empezar a danzar", ha explicado Fernández sobre ese día, que era fiesta de Santiago El Verde y había también romería.
La última función ha acabado en el Ayuntamiento, con Carlos el tabernero en la sobremesa, y con sus hijos, que toman la decisión de ir a por unas tinajas de vino a la Villa y Corte, porque, como ha recordado Claudio Pascual, "Móstoles era un pueblo donde se hacía mucho vino".
Ese viaje a Madrid, que duraba en esa época entre tres y cuatro horas por la carrera de Extremadura, a su juicio, "va a desencadenar un montón de historias" para el día siguiente, el histórico 2 de mayo de 1808.
"Hemos dejado en suspense lo que ocurrirá mañana, para que la gente venga a la función de las ocho de la tarde", ha comentado, si bien ha anticipado que Luis Villamil, como miembro de la Junta de Gobierno, formaba parte del levantamiento que se estaba empezando a fraguar contra las tropas francesas.
"La mujer de Villamil era de Móstoles; él estaba enfermo y ese 1 de mayo cumplía años", motivos por los que, según ha dicho, él se hallaba en el municipio.
"De ahí se fragua la firma del bando con el alcalde de los ricos y el de los pobres (Simón Hernández y Andrés Torrejón)", ha apuntado este experto en musicales.
FIESTA DE INTERÉS TURÍSTICO REGIONAL
Pascual ha participado este año -en el que Móstoles estrena el 2 de Mayo como Fiesta de Interés Turístico Regional- con un montaje escénico diferente, al abandonar la escenografía historicista que suponía recrear los protagonistas de los hechos que cambiaron el curso político de aquel momento.
La bailarina María Teresa Hernández ha recordado que antes se hacía en la plaza de toros, "que estaba más bonito", si bien ha opinado que hacerlo en el centro del pueblo permite que "lo vea más gente".
El buen tiempo, ha apuntado la vecina y también bailarina Rosaura Calvo -lleva casi 15 años participando en los actos-, ha resultado este año "cosa extraña, porque siempre suele hacer frío".
Precisamente ese buen tiempo ha propiciado que "se haya ido más gente fuera", aunque ha destacado que con estos festejos "se vuelve un poco a aquella época y es divertido, entretenido".
"El año pasado no cabía un alfiler", ha apostillado.