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La Policía Nacional ha detenido a seis personas que presuntamente obligaban a mujeres nigerianas a ejercer la prostitución en el polígono Marconi de Madrid y a liberado a seis de las víctimas, una de ellas menor, que eran atemorizadas con rituales de vudú bajo la amenaza de matarlas a ellas y a su familia.

La delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, el jefe superior de Policía de Madrid, Alfonso José Fernández, y el jefe de la Brigada Provincial de Extranjería, Ángel Luis Olmedo, han informado hoy sobre esta operación y sobre otra llevada a cabo esta misma mañana en la localidad de Leganés.

En esta segunda intervención han sido arrestadas tres personas de origen rumano por el mismo delito y liberada una mujer de esa misma nacionalidad que también era obligada a ejercer la prostitución en Marconi, y que los agentes lograron que denunciase la situación.

En lo referido a la primera intervención, las mujeres nigerianas liberadas tienen entre 17 y 21 años y eran obligadas a ejercer la prostitución en el citado polígono del distrito de Usera-Villaverde.

Habían sido captadas en sus pueblos de origen, en ocasiones engañadas por sus propios familiares, para que fueran a Europa, y tanto antes de viajar como al llegar a España eran sometidas a ritos de vudú y las amenazaban, por lo que tenían "terror absoluto", según Cifuentes, que ha detallado que no tenían acceso a atención sanitaria.

Tenían que pagar hasta 3.000 euros al mes para saldar la deuda que supuestamente habían contraído con los proxenetas, que podía ascender hasta los 60.000 euros, y si no los abonaban sufrían maltrato físico y psicológico.

LES RETIRABAN LOS PASAPORTES

La organización les retiraba el pasaporte y les daba otro con datos falsos, a la par que las instruía para que pidieran asilo político con esa documentación falsa.

Entre los arrestados -tres hombres y tres mujeres- estaba la conocida como "mami", encargada del control y vigilancia de las víctimas y de recaudar el dinero que las chicas debían entregar a la organización.

La operación policial comenzó el pasado mes de abril y ha culminado con la detención de los seis integrantes de la organización, que han ingresado en prisión, y con el traslado de las jóvenes a ONG que las ayudarán a reinsertarse.

Los agentes tuvieron grandes dificultades para que las mujeres denunciasen "por presuntas represalias contra ellas o contra algún familiar de su país de origen", según ha explicado el jefe superior de Policía, que ha destacado que "se priva a las personas de todos los derechos que tienen", por lo que atajar esta situación es "un fin prioritario" para la Policía.

El jefe de la Brigada Provincial de Extranjería ha destacado que "lo difícil para combatir la trata es que haya víctimas, porque tienen miedo a denunciar, y sin víctimas no hay trata".

La delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, se ha mostrado partidaria de sancionar a los clientes de las prostitutas y a los proxenetas, pero no a las víctimas, ya que en su opinión se trata de "una actividad muy degradante" que a ella le cuesta "mucho" creer que se ejerza de forma voluntaria.