El candidato socialista a la Alcaldía, Jaime Lissavetzky, ha propuesto hoy un servicio de teléfono de 24 horas para atender a las quejas de los ciudadanos contra el ruido. Este teléfono será "de tres dígitos" y funcionará permanentemente, ha dicho Lissavetzky, quien ha anunciado que, como medida complementaria, equipará a los agentes de la policía municipal con sonómetros para puedan medir la contaminación acústica de cada zona. Estas dos propuestas forman parte del programa de protección medioambiental del PSOE para la ciudad de Madrid, que Lissavetzky ha explicado hoy durante un paseo por la Casa de Campo, para la que pide un Plan Especial de Protección, Uso y Gestión.
El candidato también se ha referido a la prostitución que se ejerce en algunas zonas de este parque emblemático de Madrid y ha expresado el rechazo del PSOE "a la explotación de la mujer a través de redes que están comprometidas con actuaciones delictivas diferentes" y ha pedido "acciones preventivas". "Hay que llevar a cabo una labor de desmantelamiento de las redes", ha dicho Lissavetzky y ha agregado que aunque "no existe una solución mágica" para este problema, es necesario "actuar y luchar contra esta explotación que en la mayoría de los casos no es voluntaria".
El estado de la Casa de Campo exige medidas para corregir "el abandono de las instalaciones deportivas, la contaminación de las aguas y la deforestación" y, dentro del plan de protección, Lissavetzky pretende "rehabilitar y señalizar" los viales, reforzar la línea 10 de Metro y las líneas 33 y 65 de autobús como modo de acceder al parque.
Proyecta "crear líneas de autobuses ecológicos no contaminantes que puedan circular por el interior del parque, implantar cinco rutas a caballo, instaurar un servicio permanente de alquiler de bicicletas -tanto tradicionales como tándem- y aparcamientos para bicis y poner en funcionamiento y trenecito ecológico turístico".
Lissavetzky pretende mejorar la calidad del agua de los arroyos, manantiales y el lago de la Casa de Campo, reforestar el parque con especies del bosque mediterráneo e implantar un "plan de choque de limpieza de la Casa de Campo que elimine la suciedad que se genera los fines de semana".
Habrá que mejorar las condiciones de vida de la fauna de la Casa de Campo y "reintroducir algunas especies que no sean peligrosas para los visitantes", ha dicho Lissavetzky y ha recordado que el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón "iba a hacer un plan de ungulados y gamos, pero no los hemos visto".
Lissavetzky abogó por el reciclaje de los residuos, antes que la incineración y lanzó una "apuesta experimental" para crear un "contenedor marrón" para residuos orgánicos, que se sumaría al verde de vidrio, el amarillo de envases y el azul de papel y cartón.
Según Lissavetzky, la incineradora de Valdemingómez "deberá avanzar hacia su desaparición", aunque esto no será posible hasta más allá de la próxima legislatura.
El candidato socialista pidió también una "auditoría ambiental" sobre la limpieza de Madrid, que "está cada vez más sucia por la falta de pago a las empresas que se encargan de ello".
Para solucionar este problema, Lissavetzky propone medidas para organizar el baldeo de las calles, las campañas de recogida de la hoja, la recogida de excrementos de caninos, entre otras cosas.