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El candidato socialista a la Alcaldía de Madrid y secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, ha defendido este domingo en su presentación oficial que quiere ser el "alcalde de las soluciones y no el de la deuda, no el alcalde moroso" que "hipoteca" el futuro de la ciudad de cara a los años venideros.

En la presentación oficial del candidato -en la que ha estado arropado por el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, el secretario general del PSM, Tomás Gómez, el titular de Trabajo, Valeriano Gómez o el presidente de la FEMP y alcalde de Gefate, Pedro Castro, entre otros--, Lissaveztky ha insistido en que liderará una "campaña limpia, razonadora juiciosa y serena, como decía Pablo Iglesias" aunque eso no implica que vaya a callar ante una situación financiera de la que ha responsabilizado directamente al regidor madrileño, Alberto Ruiz-Gallardón, por "hipotecar" el futuro de la ciudad.

"Quiero ser el alcalde de las soluciones, no el de la deuda, no el alcalde moroso", ha declarado ante más de 600 asistentes, muchos de los cuales han tenido que seguir la intervención en la sala de prensa por la falta de espacio en el céntrico hotel donde se ha desarrollado el mitin. Allí ha subrayado que ha llegado el momento de cambiar el rumbo político de la ciudad y de la región y que busca un "Madrid distinto", concretamente el Madrid de "Tierno y Barranco, el de la vanguardia social y cultural".

Aunque también ha reconocido que para hacer frente a ese reto no hay que obviar, ni la grave crisis económica de Europa y España ni el "problema añadido" de la capital, su "enorme deuda" de la que "sólo es responsable Alberto Ruiz-Gallardón", igual que de sus efectos negativos. Entre ellos, ha destacado la "disminución de la política social y que haya una situación pésima o muy mala en muchos servicios públicos".

PIDE RESPONSABILIDADES

"Estar a la cabeza de Europa en deuda no es algo que nos haga sentir orgullosos. Llegar a esta deuda desmedida es una mala noticia para los madrileños porque hipoteca su futuro durante años. Hay que pedir responsabilidades", ha argumentado tras arrancar los aplausos de los asistentes. En este punto, el secretario de Estado para el Deporte, ha arremetido directamente contra Gallardón por "mirar a otro lado en un ejercicio de escapismo político".

El candidato a la Alcaldía ha defendido que "no se puede echar la culpa de la deuda de Madrid al presidente del Gobierno", ya que quien ha endeudado a la capital en los niveles actuales es el alcalde de Madrid, "quien piensa en infraestructuras pero no en las personas" por sus "aires de grandeza".

"No se puede insultar ni increpar al presidente del Gobierno en público, como pasó en el desfile del 12 de octubre, amenazar con ir a los tribunales cuando debería estar agradecido porque el Gobierno ha invertido en Madrid más de 900 millones de euros con el Plan E y un 40 por ciento más que con los gobiernos de José María Aznar", ha añadido.

Para eso ha utilizado sus ya clásicos símiles deportivos. "No puede echar la culpa a los demás como hacen los malos equipos culpando al árbitro, al mal estado del campo cuando han jugado un mal partido. Parece mentira que un Gallardón enfurruñado juegue al victimismo cuando no practica el diálogo y no asume responsabilidades", ha sostenido Lissavetzky.

Y es que ha adelantado que, de llegar a la Alcadía, mantendría un diálogo permanente con la Comunidad de Madrid, institución en la que espera encontrar a partir del 22 de mayo a Tomás Gómez. Lissavetzky ha dicho que hay que decir "basta" a la "sátira" que es el "enfrentamiento absoluto" entre Gallardón y Esperanza Aguirre.

Lissavetzky ha hecho un repaso de algunas de sus propuestas, desveladas minutos antes por la portavoz socialista en la Asamblea, Maru Menéndez, en su intervención. La diputada defendía la posibilidad de que los vecinos de Vallecas puedan respirar, un hospital en Latina, que el instituto Gran Capitán no sólo se pinte cuando Aguirre vaya a visitarlo, por remodelar la UVA en Hortaleza, por pensar que en el distrito Salamanca "no sólo hay ricos" y también hay que pensar en los que menos tienen. "Con los socialistas nunca habría un agujero como el de la M-30, ni un subidón de impuestos como el del IBI o con la Tasa de Basuras", ha concluido la socialista.

PREVÉ "MESES MUY DUROS" EN LA CAPITAL

A raíz de este listado de propuestas, Lissavetzky ha dicho que no quería ser agorero, pero que prevé unos meses muy duros en la capital, con la limpieza y los retrasos en los pagos por el "despilfarro" municipal como punta de lanza. Y es que las consecuencias pueden ser o más retrasos, o despidos de trabajadores, o que supresión de pagas como la de la Navidad.

Como responsable de esto ha puesto a Gallardón y a su equipo por no saber priorizar ya que en primer lugar deberían estar las políticas sociales, pero ahora, en el Ayuntamiento, "sólo se miran las grandes obras" manteniendo, entre otras, la inversión en el palacio de Cibeles mientras se produce un "recorte social".

También ha adelantado que luchará en el Ayuntamiento por sus trabajadores, para acabar con su "desmoralización". "Contaremos con ellos, no como quieren hacer (desde el PP) a lo Cameron, echando a muchos interinos que llevan muchos años trabajando allí", ha agregado, tras insistir que "viene para quedarse" con la idea de poner "fin a la política de las grandes obras para ir a la de las personas" mediante "un proyecto autónomo de lo que quieren otros".

Para materializar su proyecto, Lissavetzky ha pedido la unión de todos los socialistas en el que ha definido como "el acto político más importante de su vida", su presentación como candidato a la Alcaldía de Madrid.

LA ILUSIÓN "MÁS GRANDE" DE SU VIDA

El socialista ha recibido el calor de Rubalcaba. "Como esto es la ilusión más grande de tu vida es la ilusión más grande de mi vida", ha comenzado el ministro, que ha recordado que con Lissavetzky comparten muchas cosas como los años, una educación, una profesión, ideas, valores y "algo más que ahora no puedo decir porque siendo secretario de Estado para el Deporte debe ser neutral".

A su vez, Rubalcaba ha criticado la gestión de Gallardón por, por ejemplo, la Tasa de Basuras, puesta en marcha el pasado año. "Pagamos una tasa como si no hiciéramos al día otra cosa que generar basura", ha ironizado tras pedir a los madrileños que "no se dejen engatusar" porque "la deuda de Gallardón no es de los ciudadanos ni del Gobierno, es de Gallardón". También ha adelantado que se le verá muchas veces con Lissavetzky y con el secretario de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, para ser "un buen trío".