Llegan las ovejas-bombero a pastar en la Casa de Campo de Madrid
Han realizado la trashumancia desde la Sierra Norte hasta la capital
REDACCIÓN
Han llegado desde Puebla de la Sierra guiadas por sus pastoras y pastores. Son las ovejas del rebaño de Los Apisquillos que regresan un año más a la Casa de Campo.
A pastar y de paso limpiar durante este otoño e invierno la vegetación que puede convertirse en combustible de cara a la época de incendios estivales.
Han sido cinco días por cañadas, cordeles, coladas, descansaderos y veredas de la región. Un patrimonio natural público estimado en unos 4.000 kilómetros.
Las gentes de Los Apisquillos y sus animales han recorrido parte de esos caminos, a veces no expeditos, desde la Sierra Norte hasta el monte metropolitano.
Aquí engordará su ganado y serán paridos los corderos, en una instalación preparada en la Casa de Campo con agua cercana en un abrevadero y suficientemente alejada del tráfico de paseantes.
Las 300 ovejas 'rubias de El Molar' y 'negras castellanas' son ejemplo de ganadería intensiva, sostenible, generadoras de riqueza en zonas rurales y de otros beneficios que se extienden incluso a las urbes. No sólo como prevenir incendios o servir de reclamo turístico y oportunidad educativa.
También han traído desde sus campos serranos, pegados en sus vellones, semillas y esporas que diseminarán en la Casa de Campo incrementando la biodiversidad de esta zona natural.