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Un Madrid Río de premio. El proyecto está plenamente integrado en la ciudad y también se ha alzado con el premio Veronica Rudge de la Universidad de Harvard.

Uno de los galardones al diseño de espacios urbanos sostenibles más importantes del mundo y que los madrileños disfrutan en este día soleado de otoño.

Los espacios públicos de Barcelona se hicieron con él en 1990 y el Metro de Bilbao —de Norman Foster— lo logró en 1998. Y ahora lo ha conseguido la mayor obra acometida en Madrid en lo que va de siglo.

Los siete kilómetros de parque público a ambas orillas del Manzanares que han cambiado la fisonomía y las costumbres de los vecinos del río.

El parque lineal es un gran premio para la ciudad. Representa una puesta al día que conecta la urbe y la hace más amable, más humana y más inclusiva con sus jardines y paseos.

Pero por encima de cualquier reconocimiento, Madrid Río tiene el de sus ciudadanos.