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El programa Madrid Rutas del Vino puesto en marcha por la Comunidad hace un año ha logrado incrementar un 13% de media las visitas a las bodegas de la región adheridas a este proyecto, con aumentos que en algunos casos concretos han llegado al 25%.

Así lo han contabilizado los propios bodegueros y lo ha explicado el consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Borja Sarasola, que ha hecho balance del primer año del programa en la enoteca Lavinia.

Son datos que confirman el potencial de crecimiento del sector y de la Denominación de Origen Vinos de Madrid, y su importancia capital como elemento de dinamización socioeconómica de las zonas vitivinícolas, ha dicho el consejero, que ha animado a "profundizar y perseverar en la promoción y puesta en valor de los vinos madrileños".

"Los primeros resultados nos hablan de incrementos de visitantes que en algunos casos llegan al 25%", ha afirmado, antes de apuntar que "los frutos de esta apuesta por el enoturismo del Gobierno regional para potenciar el sector vitivinícola madrileño se verán a medio y largo plazo, pero los comienzos son alentadores".

El primer año de vida de Madrid Rutas del Vino ha traído aparejado también un aumento medio del 6% de las ventas para las bodegas asociadas, en consonancia con un sector agroalimentario que entre 2007 y 2013, en plena crisis económica, creció un 47% gracias a las mejoras tecnológicas, el aumento de la calidad y la reorientación de las ventas hacia mercados extranjeros.

De hecho, el Gobierno regional acaba de aprobar 44 proyectos de promoción del vino en países ajenos a la Unión Europea por un importe cercano a los 6 millones de euros.

"Nuestra Denominación de Origen exporta el 30% de lo que se produce, y creemos que existe potencial para que los Vinos de Madrid lleguen a rincones del mundo inéditos para ellos hasta ahora. Asia y el continente americano son horizontes al alcance de nuestros caldos, y en ellos nos concentraremos en los próximos meses con el objetivo de elevar esas exportaciones hasta el 50%", ha afirmado.

Borja Sarasola ha apuntado que en la promoción internacional del vino es fundamental la figura del turista enológico, que se convierte en prescriptor y demandante de los productos madrileños en su lugar de origen.

"Cada mes más de 400.000 turistas extranjeros llegan a la Comunidad de Madrid, y son destinatarios perfectos de nuestros vinos y posibles importadores en sus lugares de residencia. Pero además su presencia repercute positivamente en las bodegas y en las localidades y territorios vitivinícolas, generando una demanda de servicios que dinamiza la actividad económica y redunda en nuevos proyectos", ha asegurado.

Veintiuna bodegas de la Denominación de Origen Vinos de Madrid están adheridas al programa Madrid Rutas del Vino, que ofrece seis propuestas de itinerarios vehiculados por referencias históricas y culturales, así como multitud de recursos que acercan a los usuarios a los vinos y a las tres subzonas de nuestra región: Arganda, Navalcarnero y San Martín de Valdeiglesias.

Permiten estas seis propuestas acercarse a la influencia y desarrollo histórico que el vino y su elaboración han tenido en la Comunidad de Madrid, y los recorridos abarcan desde la llegada del Imperio Romano a los valles de las iglesias y el legado del Císter, pasando por el Tajo y los vinos de la Orden de Santiago, el Camino de Reyes, las Escenas y las crónicas de Francisco de Goya o los tiempos del ferrocarril.

Un total de 8.300 hectáreas de viñedo, 2.890 viticultores y 44 bodegas son las cifras con las que cuenta la Denominación de Origen, bajo la que se elaboran 112 marchas, y los países que más vinos madrileños importan son Estados Unidos (43%), China (26,1%) y Alemania (14,88).