Una familia de lobos vive ya en el Parque Nacional del Guadarrama | Telemadrid
(Actualizado

Los ataques del lobo al ganado madrileño ha descendido progresivamente, pasando de 385 ataques en 2018 a 210 en 2020, es decir, un 40%, según datos de la Consejería de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio y Sostenibilidad de la Comunidad de Madrid.

La población de lobo ibérico en la Comunidad de Madrid se ha incrementado a lo largo de la última década. En la actualidad cuenta con la presencia de unas cinco manadas: cerca de 40 lobos en la región, que viven en la Sierra de Guadarrama y la Sierra del Rincón).

En 2011 se localizó la primera manada que había criado en territorio madrileño, a lo largo de más de medio siglo. Desde entonces, los lobos han ido consolidando la ocupación de las sierras de Guadarrama y el Rincón, junto con individuos de manadas localizadas próximas al territorio madrileño en las vertientes segoviana y avileña de la sierra.

El lobo ibérico de la Sierra de Guadarrama

Medidas preventivas

La Consejería destaca que esta reducción se debe a las medidas preventivas que han puesto en marcha. Entre esas medidas están los estudios de caracterización y seguimiento reproductivos de la especie, elaboración de censos, el marcaje con tecnología GPS, el seguimiento de los puntos de incidencia de la especie con el ganado así como los puntos de mortalidad, la elaboración de necropsias.

También la comunicación constante con los organismos gestores de las carreteras para solventar incidencias en las vías que puedan derivar en atropellos, y por último, la elaboración de informes ambientales relacionados con distintas actividades que puedan influir negativamente en la conservación de la especie.

En estas fechas las lobas están criando los lobeznos con apenas un mes de edad y el seguimiento de los grupos es esencial para que culminen con éxito la crianza.

Perdidas de ganado

Hay que señalar que suelen ser más vulnerables a los daños del lobo el ganado menor (ovino y caprino) que el mayor (vacuno y equino). En términos globales se ve afectado el 54,8% de reses vacunas frente al 42,1% del ovino, ya que es el que lleva parejo un aprovechamiento extensivo que en ningún caso cuenta con pastoreo. Aunque en términos absolutos hay más datos en el vacuno, la cabaña ovina tiene un número de cabezas inferior a pesar de lo cual acaparan el 43% de las cabezas afectadas por el lobo.

La adopción de medidas preventivas por parte de los ganaderos en la cabaña ovina ha hecho que vayan disminuyendo los ataques. Por lo que respecta al ganado vacuno, los daños se dan con mayor frecuencia en terneros de pocos días o semanas.