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Nueve dispositivos de control de semáforo rojo entrarán en funcionamiento el lunes 25 de julio en la capital, aunque estarán en pruebas durante dos meses y no será hasta el próximo 25 de septiembre cuando empiecen a sancionar a los conductores.

Según ha informado el Ayuntamiento, estos nueve dispositivos se suman a los otros seis que se activaron en febrero, sumando en total los 15 que estaba previsto poner en marcha en todo 2016.

El llamado sistema de foto-rojo consiste en la instalación de cámaras en determinados semáforos con la finalidad de comprobar el cumplimiento de la normativa de detención de los vehículos en las intersecciones que dispongan de semáforo.

Las cámaras se instalan en un soporte a aproximadamente 25 metros de la línea de detención, para permitir encuadrar completamente el paso de peatones y al mismo tiempo el semáforo de conductores.

UBICACIONES EN TRAMOS PELIGROSOS

Estos nueve nuevos dispositivos se ubican en las siguientes intersecciones: Alberto Aguilera-Galileo; Joaquín Costa-Velázquez; acceso a Plaza Fernández Ladreda desde Vía Lusitana; Monforte de Lemos-Finisterre; Avenida de América-Cartagena; Camino del Barrial-Fernando Lázaro Carreter; Carretera de Carabanchel a Aravaca-Villaviciosa; Avenida de la Peseta-Carretera del Barrio de la Fortuna; y General Ricardos con el Paseo del 15 de Mayo.

Se trata en todos los casos de emplazamientos con un alto número de siniestros registrados: 158 accidentes, de los cuales 18 fueron atropellos.

Al igual que el resto de los sistemas foto rojo, irán precedidos de al menos una señal informativa vertical.

Como sucedió con el radar de tramo de la avenida de Córdoba, habrá un periodo informativo de dos meses en el que no se impondrán sanciones.

Aquellos conductores que no respeten en semáforo en rojo recibirán una carta informativa que incluirá el número de matrícula, fecha y hora en la que los vehículos han sido detectados, y se le comunicará la infracción junto a la fecha a partir de la cual se empezará a sancionar, de manera que pueda corregir su conducta.

El objetivo de este protocolo para los dispositivos automáticos de regulación de tráfico es prevenir la imposición de sanciones y concienciar sobre la responsabilidad individual en el mantenimiento de la seguridad en calles y carreteras de la ciudad.