Control de alcoholemia de la Policía Municipal de Madrid | EUROPA PRESS
(Actualizado

El Ayuntamiento de Madrid, este fin de semana, reforzará con 50 agentes los controles de alcoholemia y drogas, después de que el pasado fin de semana se detectase un notable aumento de personas atendidas por intoxicaciones etílicas o que conducían bajo los efectos del alcohol y estupefacientes.

Así lo ha anunciado la portavoz municipal, Inmaculada Sanz, la Junta de Gobierno, en la que ha admitido la preocupación del Consistorio por este fenómeno que afecta a la seguridad vial.

Desde este mismo viernes, 50 agentes realizarán controles las noches del viernes y del sábado, tanto en viales de la ciudad como en Calle 30.

Así es un control de alcoholemia en Madrid

Serán controles fijos o itinerantes, con el fin de detectar al máximo estas situaciones, y se encargarán del operativo las Comisarías de Seguridad Vial, de Seguridad Ciudadana y de Policía Judicial (principalmente a través de la Unidad de Policía Judicial de Tráfico), e incluyendo el apoyo de las Unidades Centrales de Seguridad (UCS) y de la Sección Canina.

Estos 50 agentes se suman a los 200 policías municipales que integran los operativos contra el botellón, otro de los fenómenos que el Ayuntamiento está intentando frenar.

De hecho, Sanz ha detallado que en lo que va de año se han impuesto más de 20.000 sanciones por botellón, de las que ya se han hecho efectivas y cobrado más de 17.000, lo que demuestra a los que los protagonizan que beber en la calle "tiene consecuencias".

40 detenidos en Madrid en tres días por conducir bajo los efectos del alcohol y las drogas

En este sentido, Sanz ha reiterado que los dispositivos contra los botellones se seguirán reforzando "el tiempo que sea necesario".

Por su parte la vicealcaldesa, Begoña Villacís, ha apuntado que el fenómeno del botellón preocupa por varias razones: porque rompe la convivencia entre los vecinos, porque algunas de las personas que los hacen son muy jóvenes y no tienen edad de beber alcohol, y porque es un colectivo -gente joven- que aún no está vacunado.

Por eso ha hecho un llamamiento a la responsabilidad, porque "sería imperdonable" contagiarse justo cuando se está "a punto de ver la luz al final del túnel" de la pandemia.