Asociaciones vecinales, parroquiales, ONG, empresas, entidades públicas y ciudadanos a título particular. La respuesta a la catástrofe humanitaria en Ucrania, con millones de desplazados, está siendo algo inaudito.
Tras los primeros días de envíos oficiales y también de iniciativa altruista de personas anónimas, las autoridades ucranianas y las organizaciones que trabajan sobre el terreno, pidieron que la solidaridad fuese mejor con aportaciones dinerarias.
Algunas asociaciones han tenido que pedir, por ejemplo, que dejen de llevarles ropa para reenviarla a Ucrania. Sus locales están abarrotados. Es el caso de 'La Incolora', una de las más activas entidades vecinales de la capital.
Y sin embargo, también en Madrid, en el distrito de San Blas-Canillejas, piden ayuda desde 'La Enredadera', dispositivo comprometido en la atención a los vecinos más vulnerables.
Aquí siguen necesitando ropa y calzado para jóvenes, como han anunciado en sus redes sociales.
El local de la Red de Solidaridad abre sus puertas para quien necesite algo o quiera donarlo todos los martes, de 6 a 8 de la tarde. Está situado en la calle Virgen de la Oliva número 28.