El número de parejas de cigüeña negra que habitan en Madrid se ha triplicado en cuatro años, según el programa regional de conservación de esta especie en peligro de extinción.
En 2020 se detectó un "preocupante" descenso de esta especie. En ese momento anidaban en la región tan solo tres parejas, mientras que en el último año se han avistado hasta un total de diez.
Agentes forestales junto a técnicos del programa de conservación instalan plataformas para facilitar la anidación de estas aves y rechazar la ocupación por parte de otras como el búho real, el milano o el buitre leonado.
En la actualidad se están realizando este tipo de tareas en doce nidos ubicados en las Zonas de Especial Conservación (ZEC) de las cuencas de los ríos Alberche y Cofio, en el Parque Regional del Curso Medio del río Guadarrama y en el Monte de El Pardo.
Estos días los especialistas proceden a retirar de los nidos los conos que evitan la ocupación por otras especies y mejorando su estado e incluso trasladándolo si es preciso.
Con la llegada de la primavera volverán a sus nidos las cigüeñas negras para comenzar la reproducción. En verano los técnicos subirán a los nidos para censar e identificar los pollos.
La pasada primavera se observaron cerca de 57 territorios potenciales para la cría, en el área de la sierra, tanto piedemonte como algunos lugares en las rampas, localizándose un total de nueve con presencia, cinco reproductores y 13 pollos volados.