Luces rojas, azules, verdes, rosas y amarillas visten el oscuro cielo de Madrid la altura de la Plaza Mayor donde, justo debajo, cientos de personas disfrutan ojeando los tradicionales puestos del mercadillo navideño que este año, y puntual, tampoco ha faltado a su cita.
Es fin de semana y los más pequeños quedan asombrados ante semejante despliegue, quizá porque las figuritas del belén siempre han mantenido un magnetismo especial con los niños o quizá por el reclamo de las luces del tiovivo que no para de dar vueltas en una esquina del coso, donde otros niños guardan su turno en busca de que un caballito quede libre.
Elementos decorativos, musgo, muérdago, nacimientos completos que parecen pequeñas obras de arte, pastores, reyes magos con sus camellos, palmeras, ríos y fuentes de agua en miniatura y, como no, caganers, pueblan los expositores de los puestos con el fin de que no falte de nada en el belén de ninguna casa.
"El caganer siempre tiene mucho éxito", confirma Carlos, que se encuentra en uno de los puestos que pueblan la Plaza y que también sabe el porqué de tanta aceptación. "Se dice que en todo belén tiene que haber un caganer escondido porque da buena suerte de cara al nuevo año", explica Carlos.
De esta forma, si el caganer es imprescindible en cualquier belén, también es clave, esta vez para los que venden las figuritas, el puente de la Constitución ya que, como señala una de las vendedoras, "son los días en los que mas se vende".
"Los recién casados vienen y se llevan todo el nacimiento, otros solo una casa y hay incluso quien viene todos los años a llevarse una figurita diferente de su colección", confiesa la tendera, que tendrá bastante trabajo hasta el día 31, cuando el mercadillo echará el cierre.
Hasta entonces, los puestos tampoco descuidan los elementos decorativos para el árbol de navidad y es que bolas navideñas y cintas e hileras de minúsculas bombillas de colores resplandecen durante estos días en el mercadillo por excelencia de Madrid, convertido con el paso de los años en reclamo turístico para los visitantes.