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Metro de Madrid y los sindicatos han alcanzado este viernes un 'preacuerdo' para cerrar el convenio colectivo hasta final de 2015, que deberá ser ratificado en asamblea de trabajadores, según han explicado a Europa Press fuentes del suburbano.

En el preacuerdo se establece la congelación salarial para los trabajadores de Metro de Madrid durante los años 2013 y 2014, así como una "posible subida salarial" en el año 2015 de un 0,6 por ciento ligada a medidas de productividad, siempre y cuando, en ese año, la compañía obtenga beneficios (tal y como ocurrió entre los años 2003 y 2008) y la Ley de Presupuestos de la Comunidad de Madrid lo permita.

El 'preacuerdo' garantiza la "estabilidad" en el empleo en el seno de la compañía durante la vigencia del convenio, ya que la empresa "se compromete a no presentar más Expedientes de Regulación de Empleo", garantizando la estabilidad laboral "en un contexto económico adverso en el que son constantes las pérdidas de puestos de trabajo y las rebajas salariales".

Además, ambas partes han acordado la llamada tasa de no reposición, que establece la no contratación de nuevas incorporaciones durante el tiempo que esté vigente el convenio.

TRAS LA FIRMA, EL ERE VOLUNTARIO

Una vez cerrada la negociación del convenio, y, en caso de que los trabajadores lo ratifiquen, se podrá poner en marcha el Expendiente de Regulación de Empleo de carácter voluntario pactado recientemente entre empresa y sindicatos, que afectaría a 673 trabajadores de más de 58 años que voluntariamente quieran adscribise. El Expediente permitirá unos ahorros a la compañía durante 2013 y 2014 de 47 millones de euros.

Desde el suburbano indican que Metro está desarrollando desde 2012 un "ambicioso" plan de ahorro de gastos buscando mantener la calidad del servicio que presta a los viajeros. El plan, consecuencia de la crisis producida por el descenso de viajeros del 12 por ciento desde 2008 a 2012, establece diversas medidas como es la optimización de recursos energéticos, la reducción de la estructura directiva, un plan inmobiliario para la optimización de recintos de Metro, la reducción de patrocinios, publicidad y gastos jurídicos, o el incremento de los ingresos comerciales o a través de la consultoría que realiza Metro para otros países.