La Comunidad de Madrid va a renovar 35 subestaciones eléctricas de la red de Metro, unos trabajos que contemplan la eliminación de los elementos que puedan contener amianto y que se desarrollarán "sin ocasionar molestias" en el servicio habitual del suburbano.
El Consejo de Gobierno ha dado luz verde a la contratación del acuerdo marco para las obras de renovación de estos equipamientos con una inversión de más de 5,5 millones de euros durante los próximos cuatro años, ha informado la Comunidad de Madrid en una nota de prensa.
En total, la empresa pública Metro cuenta con 120 subestaciones eléctricas distribuidas por varias zonas de Madrid, que dotan de energía al suburbano madrileño, permitiendo así que los trenes puedan circular y las estaciones den el servicio adecuado, como luminaria, escaleras mecánicas, ascensores o torniquetes.
Esta renovación va a dotar de nuevas tecnologías a las subestaciones y va a permitir eliminar los posibles elementos con amianto que puedan existir.
Los trabajos se enmarcan en el plan de desamiantado que la compañía está llevando a cabo desde principios de 2018 en trenes e instalaciones y que está pactado con la mayoría de los sindicatos, que participan en su seguimiento. El plan, que se prolongará hasta 2025, tiene como objetivo eliminar cualquier rastro en la red de este material tóxico nocivo para la salud.
La ejecución del contrato se realizará buscando minimizar las repercusiones en el servicio habitual de Metro, de tal manera que se puedan llevar a cabo los trabajos sin ocasionar molestias a los viajeros, ha precisado la Comunidad de Madrid.