Un centenar de trabajos se han presentado a esta cita literaria en centros penitenciarios de toda España
Los autores, de Madrid, han copado las tres primeras categorías del concurso organizado por 'Solidarios'
REDACCIÓN
En el salón de actos del Centro Penitenciario Madrid V (Soto del Real) el jurado de Ediciones Siruela entregó los premios a los participantes del II Concurso de Microrrelatos que Solidarios puso en marcha el año pasado.
Han participado 97 internos de 7 centros penitenciarios de todo el país, donde Solidarios tiene presencia, y los tres relatos ganadores han salido de las cárceles de Soto del Real, Valdemoro y Navalcarnero.
“Amaneció un día como otros"
“Amaneció un día como otros, sin embargo…” es la propuesta de inicio para los relatos participantes en este concurso, donde con 200 palabras como máximo se han contado historias de vida, de sueños, de familia, etc.
En general temas muy alejados del espacio penitenciario, como destacaba el escritor Domingo Villar, autor de novela negra, que se sorprendió al ver los temas de los cuentos presentados.
Tal vez porque los internos han utilizado la escritura igual que Domingo Villar que afirmó en sus palabras: “Escribir me permite estar emocionalmente en el lugar donde quiero estar”.
En un sencillo acto de entrega de premios y certificados de participación a los internos presentes, tras las palabras del director CP Madrid V, Luis Carlos Antón, el jurado compartió una emotiva charla sobre la lectura. La encargada de entregar los diplomas fue Ofelia Grande, directora de Ediciones Siruela, que recordó como “la lectura y la educación te dan verdaderamente la libertad”.
Con "L" de Libertad
Antonio Basanta afirmó que como jurado “es un placer poderos leer y así poder conoceros. Además, enfrentarse al cuento es muy difícil y es un reto que habéis asumido”. Desde su condición incansable de promotor de la lectura, Antonio Basanta animó a los internos a seguir leyendo, escribiendo, aprendiendo.
“La educación tiene la virtud de descubrirnos el entusiasmo por aprender. Y no hay nada tan satisfactorio como aprender. Y la cultura, una palabra que nace del mismo lugar que cultivar. Quien cultiva tiene sentido de la espera, tiene sentido de la esperanza. La cultura nos dice que todo está por hacer y todo es posible", expresa Basanta.
En el coloquio con los participantes, uno de los internos afirmó “estamos encerrados, pero tenemos la oportunidad de ser libres cuando leemos”. A lo que Antonio Basanta respondió: “No es en vano que libro, lector y lectura empiezan con L de libertad”.