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El Cristo de Medinaceli, el "Señor de Madrid y de España" ha sido como todos los años el principal foco de atracción de las seis procesiones que recorren las calles de la capital y que han congregado a miles de fieles y turistas.

De la Basílica del Cristo de Medinaceli de los Padres Capuchinos -plaza de Jesús, 2- ha salido poco después de las 19:15 la procesión de Nuestro Padre Jesús el Nazareno, el Cristo de Medinaceli, una talla anónima sevillana de finales del siglo XVII.

Catorce portadores y una guía han dirigido el trono sobre ruedas del "Señor de Madrid", al que varios fieles han dedicado saetas a su salida del templo y también durante el recorrido.

Decenas de miles de fieles y turistas han abarrotado la carrera de San Jerónimo, la calle de Alcalá y el Paseo del Prado para acompañar en su recorrido a la talla que más devoción despierta entre los madrileños, que ha salido en procesión con la banda de música Asociación Musical La Lira de Pozuelo y la banda de cornetas y tambores Virgen de Ocaña de Toledo.

Detrás de su hijo, en la misma procesión, circulaba la talla de Nuestra Señora de los Dolores en su Mayor Soledad, obra de Rafael García de Iruzoqui en 1948.

La primera en partir ha sido la imagen de Nuestro Padre Jesús del Perdón, a las 19:15, a hombros de treinta y dos costaleros, que han tenido que echar cuerpo a tierra para sacar al Jesús del Perdón de la iglesia del Santísimo Cristo de la Fe.

Es la primera vez que procesiona en Viernes Santo un paso de misterio del Perdón, una talla de Víctor González Gil, de 1945.

Prácticamente a la vez ha comenzado a andar la procesión del Santísimo Cristo de los Alabarderos, la única castrense de la capital, que ha partido desde la Puerta del Príncipe del Palacio Real y recorre, a lomos de 44 anderos, la calle Mayor al son de los pífanos y los tambores de la Guardia Real.

La infanta Elena, Hermana Mayor Honorífica de la Congregación, suele dar la orden de una levantada del paso, pero en esta ocasión ha sido la infanta Pilar de Borbón, acompañada de su hija Simoneta Gómez Acebo.

El arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, ha estado también presente antes de la salida del paso del Palacio Real, que posteriormente se ha desplazado a Basílica del Cristo de Medinaceli.

De la iglesia de San Sebastián, en la calle Atocha, ha salido en procesión nuevamente el Divino Cautivo, acompañado de la Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús Nazareno de Parla.

La imagen, esculpida en 1944 por Mariano Benlliure, ha recorrido hoy también las calles del centro de Madrid, tras hacerlo el Jueves Santo en el barrio Salamanca.

También desde la calle Atocha ha salido la procesión de María Santísima de los Siete Dolores, una imagen de Faustino Sanz Herránz de 1940, que ha recorrido el centro de la ciudad para encontrarse pasadas las 21:00 horas en la Plaza de la Villa con su hijo, el Cristo de los Alabarderos.

Está previsto que los cofrades de Nuestra Señora de la Soledad y Desamparo coloquen al Cristo de Medinaceli la insignia de Hermano Honorífico de la Cofradía de la Soledad.

Y desde este mismo punto, pasadas las 20.00 horas, ha partido la la procesión del Santo Entierro, que ha echado a andar desde la parroquia de Santa Cruz con dos imágenes: el Santísimo Cristo de la Vida Eterna -de Jacinto Higueras, 1941- y María Santísima de la Paz -Talleres de Agustín López Miraz, s. XX-.

Las procesiones continúan por las calles del centro de Madrid probablemente hasta la medianoche, mientras que mañana a las 16.30 horas les tomará el relevo la procesión de la Soledad.