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Mmame Mbage Ndiaye tenía 35 años. Sus amigos lo describen como un buen chico que trabajaba como mantero en la calle para ayudar a su familia en su país Senegal. Su cadáver se encuentra en el Instituto Anatómico Forense, hasta donde se han acercado sus compañeros y sus allegados.

El senegalés fallecido ayer en Lavapiés, Mame Mbaye, llegó en patera a Canarias hace doce años y vivía desde hace tiempo en Madrid, donde estaba muy involucrado con las asociaciones que trabajan en defensa de los derechos de las personas sin papeles, como era su caso.

Fuentes de la red Interlavapiés y de la Asociación sin papeles de Madrid, con la que colaboraba Mame, han dado esta información a Efe sobre al senegalés, al que han definido como una persona "muy tranquila" y "muy noble".

"Su consigna favorita era 'sobrevivir no es delito'", dicen.

Se ganaba la vida en la calle como mantero en el centro de la capital. Los que le conocian están consternados.

Hoy sus amigos en Lavapies lloran su pérdida. Le describen como una buena persona, que trabajaba para sacar a su familia adelante en Senegal.

Al parecer el fallecido habría solicitado la tarjeta de residencia en varias ocasiones pero nunca llegó a conseguirla. Dicen sus compatriotas que tenía miedo de ser deportado.

Le han recordado con velas en el lugar de su fallecimiento y con una concentración en la plaza Nelson Maldela. Esta tarde le volverán a recordar en una concentración.

En su entorno aseguran que no se merecía lo que le ha pasado.

QUIEREN QUE SE CUERPO SEA REPATRIADO

Amigos y allegados del mantero fallecido ayer en Lavapiés, Mmame Mbaye, quieren que su cadáver sea repatriado a Senegal, donde nació, y sea enterrado allí, un procedimiento que requiere autorización expresa de la familia más directa.

El cuerpo sin vida de Mmame Mbaye se encuentra en estos momento en el Instituto Anatómico Forense, donde se le está practicando la autopsia.

De momento, ningún familiar directo ha acudido al lugar, ya que no se encuentran en España. Aquí solo tenía amigos y familiares lejanos.

Según la normativa de repatriación de cadáveres, el Consulado del país en cuestión es el que se hace cargo de las gestiones para conseguir las autorizaciones del traslado. Así, necesita la autorización de los familiares o representantes legales del difunto.

También necesitan una autorización de la Jefatura Provincial de Sanidad para la salida de España del cadáver. Le tendrán que acompañar certificados médicos de defunción y del procedimiento de embalsamiento. Y es que sea autorizada la salida de los cadáveres será preceptivo que sean embalsamados o sometidos a procedimientos de conservación transitoria que garanticen ésta hasta su inhumación tal y como marcan las normas específicas. Si lo que se trasladan son cenizas, seguirán un procedimiento específico.