(Actualizado

El Monasterio Cisterciense de San Bernardo de Alcalá de Henares, en proceso de restauración desde el pasado abril, permitirá las visitas de lunes a domingo durante el verano en el marco del programa 'Abierto por obras'.

El horario de visitas guiadas que incluye los fines de semana estará vigente a partir del 23 de julio y se extenderá hasta finales de septiembre, ha informado el Gobierno regional en una nota.

Como consecuencia de la ampliación del horario, el número de plazas inicialmente previsto para el programa aumentará de 3.500 a 4.940.

"Se han añadido 48 turnos de 30 plazas cada uno para ofrecer la posibilidad de conocer este monumento al mayor número de visitantes posible", agrega la nota.

El programa pretende la difusión de proyectos de investigación, conservación y restauración a cargo del Gobierno regional.

Los trabajos en el templo cisterciense, conocido popularmente como Las Bernardas y considerado uno de los edificios más singulares del primer barroco madrileño, culminarán con la reforma integral de su iglesia, declarada Bien de Interés Turístico Cultural.

Se trata de las obras más importantes de todo el proceso de restauración del conjunto monumental, que han supuesto una inversión de 5 millones de euros.

Promovido por la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Comunidad de Madrid, los trabajos han sido financiados gracias a la colaboración del 1,5% Cultural del Ministerio de Fomento, del Obispado de Alcalá de Henares y de la Oficina de Cultura y Turismo de la Comunidad de Madrid.

Entre los aspectos más llamativos de la edificación figura su planta oval, las seis capillas de su interior, así como el amplio espacio central, cubierto por una impresionante cúpula igualmente elíptica.

Las visitas se organizarán en grupos de un máximo de 30 personas y es necesario reservar las plazas previamente a través de la página web.

EL HOSPITAL MÁS ANTIGUO DE EUROPA TAMBIÉN REABRE SUS PUERTAS

El hospital más antiguo de Europa, en Alcalá de Henares, en el que trabajó como cocinero San Ignacio de Loyola y donde probablemente ejerció de enfermero el padre de Miguel de Cervantes, ha reabierto sus puertas al público este mes tras someterse a una ambiciosa restauración.

Tras dos años de obras, el hospital de Antezana u hospital de Nuestra Señora de la Misericordia de Alcalá de Henares, conocido popularmente como el 'hospitalillo', ha vuelto a organizar este mes visitas guiadas.

La institución sanitaria que lleva más años funcionando de forma ininterrumpida en Europa (desde 1483) fue fundada por Luis de Antezana, regidor de la Villa de Guadalajara, y su esposa Isabel de Guzmán, con el objetivo de atender gratuitamente a viajeros, pobres y enfermos.

En pleno casco histórico de la Ciudad Patrimonio de la Humanidad, la finca situada junto al Museo Casa Natal Miguel de Cervantes prosigue hoy su labor asistencial a las personas mayores en forma de moderno geriátrico gestionado por la Fundación Antezana.

El proyecto, símbolo de la "caridad medieval" -como otras empresas impulsadas en la época por familias con recursos económicos suficientes como para buscar su salvación eterna de esta manera-, fue inaugurado con una capacidad de doce camas, en honor a los doce apóstoles.

Entre los huéspedes famosos del número 46 de la calle Mayor figuran San Ignacio de Loyola, que sirvió durante su juventud en el hospital como cocinero debido a su simpatía con el proyecto.

Se dice también que entre las paredes del hospital ejerció como "cirujano sangrador", una especie de enfermero de la época, el padre del alcalaíno más famoso: Miguel de Cervantes, según recoge el folleto promocional editado por la Concejalía de Turismo.

Tras la bella fachada de aire neoclásico de la construcción, el viejo 'hospitalillo' promete ahora a los visitantes más tesoros que nunca tras algunas de las sorpresas que han deparado las obras de rehabilitación, como el hallazgo de diversos escudos de los fundadores o inscripciones castellanas del siglo XV, ocultas hasta entonces por falsos techos.

En la finca pueden contemplarse también elementos conservados de su primera edificación, como un bello artesonado mudéjar del siglo XV que fue cubierto en el siglo XIX por una bóveda de yeso.

Su interior está estructurado en torno a un patio cuadrado con una galería abierta con columnas de madera en la planta baja y un corredor con barandilla en la parte superior.

Entre otras, son visitables las estancias que ocupó el fundador de la orden de los jesuitas y la antigua cocina, humilde y pobre, dejada casi tal cual la usó el santo.

El edificio alberga además una iglesia con una capilla dedicada a San Ignacio y presidida por un cuadro en el que se le representa en el centro y a su alrededor, a modo de viñetas, escenas de sus milagros durante su estancia en el hospital.

Aunque la joya del templo es, sin duda, la bella imagen en madera policromada de la patrona del hospital: Nuestra Señora de la Misericordia, una talla de 1609 y atribuida al maestro sevillano Pedro Martínez Montañés

La iglesia, a la que puede accederse directamente desde la calle, fue el oratorio privado de la familia Antezana y es allí donde reposan los restos del matrimonio bajo una lápida sencilla.

Las visitas para recorrer la edificación, organizadas por la empresa Alcalá Turismo y más, cuestan un euro y pueden realizarse de martes a domingo, en horario de mañana y de tarde.