La portavoz de Vox en la Asamblea madrileña, Rocío Monasterio, ha tildado de “completamente absurdo” el motivo de la querella que la Fiscalía de Madrid ha presentado contra ella por un presunto delito de falsedad documental, por la supuesta falsificación de un visado de obra del Colegio de Aparejadores de Madrid, después de que un cliente solicitase a su empresa una documentación de 2006.
El ministerio público presentaba este lunes la querella ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), dado el aforamiento del que goza Monasterio por su condición de diputada autonómica.
"Intereses políticos"
Monasterio ha dicho esta mañana, durante una entrevista en esRadio, que se trata de una cuestión “absurda” que tiene que “aguantar” al estar en política, donde “uno ya sabe cómo se utilizan las instituciones”.
También ha apuntado a intereses políticos detrás de esta denuncia, para lo que ha recordado una declaración de 2019 del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la que dijo que “la Fiscalía depende del Gobierno”, según ha ironizado Monasterio.
“Este es un intento de amedrentar en los momentos en que más les convienen”, ha recalcado la portavoz de Vox, quien ha censurado que se trate de “la misma denuncia” que ya hizo Más Madrid, que se archivó.
El 'loft' de Arturo Valls
En concreto, Más Madrid denunció que Monasterio tramitó en 2011 y 2016 licencias con un visado del Colegio de Aparejadores falsificado, pues era de 2005 y correspondía al proyecto de la reforma de un loft propiedad del presentador Arturo Valls visado por otra persona.
En aquel caso, el concejal de Más Madrid José Manuel Calvo, ahora en Recupera Madrid, recordó antes de presentar la querella que los presuntos delitos ocurridos antes de 2016 habrían prescrito, pero no así el que habría cometido ese año al solicitar una licencia con una fotocopia del visado de 2005.
La portavoz de Vox ha argumentado que la Fiscalía retoma ese asunto actualmente porque “tiene tiempos distintos” y no había denunciado todavía, aunque ha insistido en que aquel caso ya fue archivado anteriormente.
También ha quitado peso al asunto en cuestión, resumiendo que un cliente acusó a su empresa de haber enviado en 2016 una falsificación de una copia de archivo referente a una obra ejecutada en 2006.
En este sentido, Monasterio ha tildado de “absurdo” que se le acuse de poner un visado de aparejador, cuando ella es “arquitecta superior, con su título y su colegiado".