Activistas de Greenpeace depositaron este viernes, coincidiendo con el Black Friday, cuatro montañas de residuos en la plaza Callao, en el centro de Madrid, para denunciar el impacto del consumismo alentado por las empresas.
Bajo los lemas ‘Hecho para tirar’; ‘Sus beneficios, tus desperdicios’; ‘Las marcas nos están consumiendo’ y ‘Black Friday destruye el planeta’, junto a las montañas de ropa, tecnología, plásticos y cartones de envíos, los activistas censuraron la basura generada por las compras que la industria ‘obliga’ a la ciudadanía a hacer en momentos de sobreconsumo como el Black Friday.
“El Black Friday no va de quien necesita comprarse una lavadora porque no llega a fin de mes. El Black Friday es el ejemplo pernicioso de cómo las marcas nos incitan y obligan a comprar un pantalón más cuando ya tenemos seis iguales en el armario. Es un día de excusa que han creado las marcas para deshacerse de su elevada producción”, declaró Celia Ojeda, responsable de Biodiversidad de Greenpeace.
Ojeda añadió que “esta sobreproducción de existencias que las marcas no son capaces de vender en el Black Friday o en otro momento consumista acaba en vertederos, incineradoras o exportada a otros países”.
Con esta acción, Greenpeace pidió que el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico aplique estrictamente el artículo 18.2 de la Ley de Residuos y Suelos Contaminados para una Economía Circular, en el que se indica que “queda prohibida la destrucción o su eliminación mediante depósito en vertedero de excedentes no vendidos de productos no perecederos tales como textiles, juguetes o aparatos eléctricos, entre otros, salvo que dichos productos deban destruirse conforme a otra normativa o por protección del consumidor y seguridad”.