Este domingo vecinos de Arganzuela y familias de alumnos del colegio Miguel de Unamuno marcharán a las 11 de la mañana desde el centro escolar hasta la Junta de Distrito para reclamar el cierre de las cocinas de la calle Alejandro Ferrant.
Varias cocinas industriales se han concentrado en un edificio que se encuentra junto al centro educativo y la comunidad escolar y los residentes han denuncia la emisión de humos, olores hacia el patio escolar. También han apuntado al incremento de tráfico en los alrededores de la escuela.
Problema no sólo en Arganzuela
Según los convocantes este negocio no cumple con la nueva regulación que el Ayuntamiento anunció en agosto. "Los ediles responsables han dado carpetazo al asunto permitiendo una industria que va a poner en peligro la seguridad y la salud de 900 menores y miles de familias", explican en su comunicado.
A la marcha se sumarán habitantes de la capital que aseguran "sufrir" los mismos efectos de instalaciones similares próximas a sus casas. Así, han confirmado su participación comunidades de vecinos de Chamartín, Centro y Tetuán.
Riesgo de atropellos a los escolares
Según advierten desde las asociaciones vecinales y de padres y madres de alumnos, desde la apertura de estas cocinas agrupadas ha habido un incremento de motos y camiones en el entorno escolar.
"Motos y bicis circulando en sentido contrario y/o por la acera, ruidos de las obras para aumentar a potencia eléctrica de las cocinas fantasma, furgonetas descargando a todas horas obstruyendo la acera y obligando a las familias a caminar con los menores por la calzada y humo saliendo de las chimeneas", han enumerado.
Han solicitado una reunión con el intendente de Policía de Arganzuela para solicitar la puesta en marcha de un dispositivo policial que incluya controles esporádicos durante las horas de más actividad de las cocinas y vigilancia a pie de manera continua durante las horas en las que el funcionamiento de las cocinas coincide con el horario escolar.
El lunes, al Ayuntamiento
El lunes 15, una delegación de la Plataforma de Afectados por Cocinas Fantasma de Madrid y de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM) llevará al Ayuntamiento las firmas recogidas en las últimas semanas ante el Avance de la Modificación de las Normas Urbanísticas del PGOUM, "para garantizar que nuestros barrios y entornos escolares estén seguros y libres de industrias", afirman.
Quieren que en la norma se establezca una distancia mínima de 500 metros entre estos negocios y los centros escolares, hospitales y similares. También reducir a cuatro el máximo número de cocinas por local y limitar su horario de actividad de 10:00 a 22:00, entre otras medidas.