Muebles con una segunda oportunidad
Las antigüedades tienen hoy una segunda oportunidad para alargar su vida en la feria del Desembalaje de Madrid, una alternativa en la que el arte, los complementos y los muebles desvelan tendencias de ayer que se utilizan en la decoración más actual.
Josep M. Camps, el director de Desembalaje, ha explicado a Efe Estilo que la "variedad" es lo que caracteriza a esta feria, por el número de expositores y su procedencia.
Vienen de toda España, además de algunos expositores desplazados desde Inglaterra, Alemania o Francia se dan cita en esta convocatoria en la que se exhibirán relojes, sillas, lunas, cuadros, lámparas o máquinas de escribir.
Alrededor de 40.000 objetos, de no menos de 40 años, se exhibirán este fin de semana en la XL edición de la feria del Desembalaje de Madrid en el Pabellón de la Pipa del recinto ferial de la madrileña Casa de Campo.
Camps ha contado que, con el tiempo, esta feria que nació "más dedicada al mueble" se ha ido transformando y sin olvidarse de él ha ido conjugando la decoración "minimalista" con un toque de antigüedad.
"Sin embargo, los complementos son ahora los que más espacio ocupan", ha dicho.
Asegura que el coleccionismo ha ido creciendo y el visitante busca detalles como una mesa auxiliar, una lámpara o un jarrón.
"Están mucho más de moda ahora que años atrás", ha comentado el director de la feria, que indica que las piezas "vintage" son las que van a predominar en esta edición.
"Ha habido un resurgimiento de este tipo de estética y los expositores lo saben".
Sobre la garantía de la procedencia de los objetos no parece haber ninguna duda, pues están fechadas entre los siglos XIII y XX y disponen de certificado de calidad. Solo se libran de la norma la pintura y la escultura actual que se puede encontrar.
Camps considera que ha habido un "aumento notable" de gente joven entre el público que visita la feria. "Siguen los cambios de la decoración y se atreven a mezclar estilos".
Su experiencia le dice que entre sus preferencias se encuentran los muebles de diseño minimalista que suelen "mezclar e incluso cambiar", aunque destaca que el coleccionista es un público fiel que "sigue acercándose para encontrar sus piezas".
Achaca a la globalización del mercado el hecho de que anticuarios franceses, alemanes o británicos se acerquen a Madrid a mostrar parte de su inventario.
"Se han adaptado al mercado español y, sin duda, han visto posibilidad de negocio. Comprueban cómo los anticuarios españoles van a sus ferias y a sus tiendas a comprar, por tanto, no es de extrañar que hallan decidido trasladarse ellos mismos a vender al usuario final", ha señalado Camps.
Entre lo que ellos muestran destaca que existen diferencias y describe a los anticuarios ingleses como los que más atienden el mercado del coleccionismo. Los alemanes son los que más artículos "vintage" presentan y los franceses llegan con "sus característicos muebles pintados, que cuentan con un número amplio de seguidores".
El director de Desembalaje desvela que aunque el precio de partida por el que se puede adquirir un artículo es ínfimo, se puede llegar a pagar entre 18.000 y 20.000 euros por algunas de las piezas exhibidas.
Objetos con una o varias historias a sus espaldas, que buscan nuevas oportunidades para seguir viviendo en otros hogares.
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