La asociación Defensor del Paciente ha pedido a la Fiscalía Superior de Madrid que abra una investigación sobre la empresa que el pasado día 13 de junio que obligó a sus teleoperadores a seguir trabajando junto al cadáver de una compañera que falleció de forma inesperada, tras sufrir un infarto, en su puesto, según el relato de algunos trabajadores.
La empresa lo niega y dice que se quedaron los que aceptaron seguir voluntariamente y no teletrabajar.
En un comunicado, la asociación presidida por Carmen Flores explica que ha trasladadp a la fiscal superior de Madrid, María Pilar Rodríguez, los hechos sucedidos en las instalaciones de Grupo Konecta BTO ubicadas en la calle San Romualdo, en San Blas-Canillejas.
"Inma no estaba sola, la plataforma bullía como cualquier otro día y poco a poco todos y todas se sumieron en el desconcierto. Al conocer la noticia por confusos WhatsApp no dábamos crédito. Está tirada en el suelo y nosotros cogiendo llamadas" "¿Estáis cogiendo llamadas?" "Sí, nos dicen que sigamos cogiendo llamadas", aseguran algunos de los empleados.
En este sentido, CGT y UGT que han denunciado los hechos, han censurado que, en lugar de enviar al personal a trabajar a su casa, se les obligó a trabajar "más de dos horas con la compañera de cuerpo presente". Tras el suceso, además de trasladar su pésame, los sindicatos han exigido a la empresa "un protocolo de actuación en caso de fallecimiento en puesto de trabajo", algo que no estaba contemplado hasta el momento.
Desde la asociación el Defensor del Paciente han recalcado que se trata de unos hechos "gravísimos" y "un delito impronunciable". En este sentido, han puesto en valor el "daño psicológico difícil de olvidar" por "la mala actuación de quienes podían evitarlo" para reclamar una investigación de oficio.