Mujeres al poder por un día, así se vive la fiesta de 'Las Águedas'

Ahora se habla de 'empoderarse' de 'empoderamiento' femenino. Hubo un tiempo en que, sin llamarse así, esa palabra cobraba significado un día al año, cada 5 de febrero y con motivo de la festividad de Santa Águeda de Catania.

Durante esa jornada, las mujeres del lugar toman testimonialmente el poder, el bastón de mando de los municipios y alguna celebración a espaldas de sus maridos. Sin duda las 'Las Águedas' más célebres con las de Salamanca y por supuesto las segovianas de Zamarramala.

Sin embargo, sin salir de la provincia de Madrid, encontramos el mismo sentido de esta festividad en Coslada, Getafe, Leganés, Mataelpino, El Molar o Rozas de Puerto Real.

En Leganés, este fin de semana, doña Elisa Espinazo Calvo fue investida como alcaldesa honorífica por un día. Ella es socia de la Casa de Salamanca y ataviadas con su traje típico recibió del alcalde Santiago Llorente el bastón de mando de la ciudad.

Tanto ella, como sus compañeras de la representación salmantina en Leganés participaron en los actos de celebración, con una demostración de baile típico castellano en el el interior y en el exterior de la Casa Consistorial leganense.

En Coslada, la Casa regional de Castilla y León retomó después de tres años 'Las Águedas'. Y en esta ocasión con resonancias segovianas. Se recordó "el valor, la determinación y el tesón" de las mujeres que ayudaron a conquistar el Alcázar segoviano en tiempos de la Reconquista.

El regidor cosladeño, Ángel Viveros, cedió el mando a doña Soledad Arrotes, recordando que aún queda trabajo pendiente por la igualdad plena de las mujeres e invitando a zanjar cualquier tentación de volver al pasado en lo que a la protección de sus derechos se refiere.

Del mismo modo, la Casa Regional de Castilla y León en Coslada hizo entrega del llamado 'Matahombres' a la concejala, Fátima Heredia.

Un postre típico de este celebración son las 'Tetas de San Águeda', pastel que recuerda a los senos de la mujer martirizada. Le fueron cortados ambos pechos y de hecho en la imaginería religiosa católica se se representa a la santa con una bandeja entre sus manos en la que ofrece sus mamas.