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El Ayuntamiento de Navalcarnero ha anunciado hoy que va a sustituir los contenedores soterrados por otros de superficie debido a que el municipio "vive sobre auténticos vertederos escondidos" debido a la falta de higiene de este sistema por la ausencia de un servicio de mantenimiento.

El alcalde del municipio, José Luis Adell (PSOE), al frente del Gobierno municipal desde junio de 2015, ha denunciado que el anterior equipo de gobierno no contrató un servicio de mantenimiento de los contenedores soterrados, por lo que "el subsuelo del municipio esconde un auténtico vertedero".

El contrato firmado por el anterior equipo de Gobierno con la empresa adjudicataria no contemplaba ni la limpieza ni el costoso mantenimiento y, desde su instalación hace una década, "nunca se han desinfectado, revisado ni mantenido en condiciones", según ha denunciado el Ayuntamiento en una nota.

El Consistorio, tras una "exhaustiva valoración realizada por los técnicos municipales", ha decidido cambiar dichos contenedores soterrados por otros de superficie principalmente porque la falta de higiene y saneamiento -que se ha prolongado des de hace más de una década- "supone un grave peligro para la salud pública".

El Gobierno municipal ha explicado que empezar el mantenimiento ahora "supondría un grave peligro para la integridad física y la salud de los operarios debido a la insalubridad y al mal estado de las instalaciones", ya que "la porquería y el agua acumulada han hecho que los componentes de sistema estén seriamente deteriorados".

Además, otro de los motivos que ha llevado al Gobierno municipal a tomar esta decisión es el costoso precio de recogida del sistema de contenedores soterrados -que asciende a "un millón de euros más que los de superficie con carga lateral"-, algo que servirá para aliviar la complicada situación económica del municipio.

Cabe destacar que el Ayuntamiento de Navalcarnero no es el único de la geografía española que ha tomado la decisión de cambiar este sistema de contenedores soterrados por los de superficie, debido, aparte del problema concreto de salud pública, al insostenible gasto que acarrea su mantenimiento.