El Hospital Infantil Universitario Niño Jesús, de Madrid, incorpora asistencia con perros en el tratamiento de adolescentes con trastornos de alimentación. El protocolo de este estudio pionero consta de 18 sesiones semanales con adolescentes de entre 13 y 17 años, que siguen su tratamiento en la Unidad de Trastornos de la Conducta Alimentaria (Utca) del centro. La iniciativa cuenta con la colaboración de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) y el patrocinio de Purina España.
Los grupos de trabajo serán tres, con cinco adolescentes en cada uno de ellos. Cada equipo estará formado por los pacientes, un perro, un técnico del animal y un terapeuta, en este caso un psicólogo. La figura de este último profesional "es lo que distingue a la intervención de un acompañamiento en una sala de espera", señaló este jueves en la presentación del proyecto la doctora Montserrat Graell, jefa de servicio de Psiquiatría del Hospital Infantil Universitario Niño Jesús. Otra novedad en comparación con otras sesiones con animales domésticos es que se evaluarán los resultados de la intervención.
El procedimiento de la primera sesión será la presentación de cada uno de los miembros de los grupos de trabajo. Después, el psicólogo, procedente de la Universidad Rey Juan Carlos, establecerá unos objetivos para el desarrollo de la intervención.
"El papel del perro es asistir al profesional para llegar a conseguir esos objetivos", aclaró el director de la Oficina de Intervenciones Asistidas con Animales en la URJC, Israel González García. Todos los animales que trabajan en este tipo de programas "están seleccionados, entrenados y conviven con los técnicos en su casa", señaló.
La doctora Graell explicó los tres grandes objetivos que se persiguen con el proyecto: "Mejoría en las habilidades sociales, regulación emocional y de la autoestima y una mejora cognitiva en los pacientes que participen". También se han incluido otras metas más específicas, como "la disminución de la ansiedad y de los síntomas depresivos" o "el desarrollo de la parte emocional", afirmó.
Asimismo, explicó que esta intervención se configura como un estudio en el que se evaluará la eficacia, la satisfacción de los menores y de las familias y si realmente se cumplen los objetivos a través de una serie de test psicométricos que constituyen el desarrollo de esta investigación.
"Tengo esperanza en que, una vez validado el efecto positivo -esta es nuestra hipótesis-, se pueda continuar la intervención tanto en trastornos de alimentación como en otros pacientes que están recibiendo tratamiento en el programa de Psiquiatría y Psicología", expresó Graell.
En cuanto a los datos en España, se estima que casi 200.000 menores padecen Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) y un 20% de ellos podrían convertirse en enfermos crónicos. "Es una enfermedad muy relacionada con la edad adolescente y con las mujeres. Estos factores son los más claramente asociados", señaló la jefa de servicio de Psiquiatría del Niño Jesús.
En la Comunidad de Madrid, la doctora indicó que "aproximadamente un 5% de los niños y adolescentes pueden tener algún trastorno del comportamiento alimentario", como la anorexia o la bulimia. "Es fácil de calcular por los datos epidemiológicos, que más o menos tenemos bastante claros", aclaró.
También afirmó que se estima que un 80% de los pacientes no alcanzan un diagnóstico o un tratamiento y que, en el caso de la anorexia, se ha adelantado un año y medio el diagnóstico de la enfermedad.
Además de la doctora Graell y de Israel González, también asistieron a la presentación César Adolfo Gómez Derch, director gerente del Hospital Infantil Universitario Niño Jesús; David Ortega Gutiérrez, vicerrector de la Universidad Rey Juan Carlos; Xavier Pérez, responsable de comunicación de Purina España, y Fernando Prados Roa, viceconsejero de Humanización de la Asistencia Sanitaria
de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid.