Eulalia, una anciana de 98 años que residen en Navacerrada, y su familia no podían dar crédito a lo que les ocurrió cuando Eulalia vlvió del hospital. Tras estar ingresada, cuando intentó volver a su vivienda descubrió que un conocido de la familia, ex novio de una sobrina, había cambiado la cerradura e impedía la entrada de la familia a su propia casa.