Un grupo de okupas se ha asentado en una urbanización de chalets unifamiliares en el Camino de Húmera en Pozuelo de Alarcón. Las viviendas son propiedad de un banco, y esta semana la justicia podría pronunciarse en torno a su situación.
Mientras los okupas intentan llevarse bien con los vecinos de alrededor. Han escrito una carta en la que se presentan: aseguran no ser yonkis ni delincuentes y piden no ser prejuzgados.
La han colgado en una de las puertas de los tres chalets que han ocupado unas diez personas. Dicen que "vienen a vivir en paz y armonía", y jistifican la ocupación en el hecho de que "no tenían donde ir" y "eran casas vacías pertenecientes a un banco".