Operación Mahou-Calderón, no sólo cubrir la M30 y construir nuevos edificios
Los vecinos recuerdan que en este ámbito están comprometidos varios equipamientos
Con 3 años de obras por delante piden más seguridad en torno a los centros escolares por el tránsito de maquinaria y grandes estructuras
REDACCIÓN
Primero fueron las obras para soterrar la M30 y ahora para cubrirla. Los vecinos de esta parte de Madrid, próxima al río Manzanares, vuelven a estar en medio de un gran proyecto de gran impacto, para la ciudad y para sus vidas.
Les preocupa el movimiento de las grandes estructuras que se emplearán en las obras y el aumento del tráfico de camiones de gran envergadura. "Sumados a las obras de edificación, podemos tener un grave problema de movilidad y seguridad vial, especialmente en los entornos escolares", afirman.
Riesgo para escolares
Piden al Ayuntamiento y a la Junta Municipal del Distrito de Arganzuela que garanticen la seguridad vial y la movilidad en la zona en los próximos 3 años de obras.
Los puntos conflictivos son los accesos al colegio Tomás Bretón y al Instituto Gran Capitán y en el carril-bici el cruce del acceso a la M30.
El Proyecto de Planeamiento Urbanístico incluye varios equipamientos sobre los que los vecinos afirman que no hay progresos. Entre estas dotaciones figuran un Centro de Mayores, pistas deportivas de uso conjunto para el barrio y los centros educativos y la ampliación de los mismos.
"Una de las señas de identidad del proyecto 'Nuevo Mahou-Calderón' es la participación ciudadana", aseguran las AMPAS de los centros Tomás Bretón, Gran Capitán y Joaquín Costa a la que se suma la asociación vecinal Pasillo Verde-Imperial. Confían en que se mantengan los compromisos y el diálogo con las administraciones que desarrollan de la operación.