2.000 Ovejas trashumantes cruzan Madrid en una tradición centenaria
Los pastores trashumantes han pagado hoy simbólicamente cien maravedís a las autoridades municipales madrileñas por el derecho de paso de 2.000 ovejas, que han recorrido varias calles del centro de la capital por donde discurría la Cañada Real, cumpliendo así con una norma instaurada hace seis siglos.
El rebaño, procedente de Esparragosa de Lares (Badajoz), ha subido por la Cuesta de la Vega y ha enfilado la calle Mayor para llegar a la Puerta del Sol y dirigirse finalmente a la Puerta de Alcalá, en la XX Fiesta de la Trashumancia, que organiza el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente en colaboración con el Ayuntamiento.
El concejal presidente del Distrito de Centro, David Erguido, ha dado la bienvenida a los pastores y les ha "cobrado" en nombre de la ciudad el precio por el tránsito del ganado (cincuenta maravedís por cada mil cabezas), según se estableció en la Concordia del 2 de marzo de 1418 entre los Hombres Buenos de la Mesta de los Pastores y los Procuradores del Consejo de la Villa de Madrid.
El pago, que también da derecho a pastar cuatro días en los alrededores, se ha efectuado en la Plaza de la Villa, en presencia de la secretaria general de Agricultura y Alimentación, Isabel García Tejerina, y del alcalde de la localidad pacense, Julián Vigara.
Turistas y curiosos no dejaban de disparar cámaras fotográficas y ni de grabar vídeos al encontrarse sorprendidos con cientos de ovejas caminando por delante de la Presidencia de la Comunidad de Madrid y la estatua de Carlos III en la Puerta del Sol; del Ministerio de Hacienda en la calle de Alcalá; o junto a la fuente de la diosa Cibeles, al lado del Ayuntamiento.
La trashumancia es una práctica inmemorial que consiste cada año en conducir el ganado desde las dehesas de invierno, en el sur, a las de verano, en el norte, y viceversa, según ha explicado García Tejerina.
De este manera se pretende dar a conocer en la ciudad esta costumbre, que aun se mantiene en algunas zonas del país, con gran importancia medioambiental y social en los núcleos de población rural.
Erguido ha explicado que, de esta manera, el Ayuntamiento de Madrid ha renovado un año más la Concordia con el Consejo de la Mesta, lo que sirve para reconocer el trabajo de las gentes del campo, tanto la ganadería como la agricultura, y valorar su contribución a conservar el patrimonio natural y las tradiciones.
Se trata de mantener viva una costumbre "antiquísima" de carácter cultural e histórico, que Madrid revive cada año, ha comentado, "cobrando" por el tránsito del ganado unos maravedís, que en este caso son monedas originales que se custodian en el Museo de la Ciudad.
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