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El Grupo Socialista en el Ayuntamiento de Madrid está de acuerdo con la subida del Impuesto de Actividades Económicas y con la reposición de la tasa de basuras que anunció ayer el delegado de Economía y Hacienda, Carlos Sánchez Mato, con lo que excluye la posibilidad de votar contra ellas junto al PP y Ciudadanos como hizo con la subida del IBI no residencial.

El secretario general del grupo, Ramón Silva, explicó a Servimedia que tanto la tasa de basuras como la subida del IAE a "una franja muy limitada" de "grandes establecimientos" las llevaba el PSOE en su programa para las pasadas elecciones municipales, por lo que los socialistas se sienten "muy cómodos" con las medidas adelantadas por Sánchez Mato en la Comisión de Economía y Hacienda.

"El diablo está en los detalles, pero lo expuesto hasta ahora no nos suena nada raro", apuntó Silva, quien descartó de esa forma la posibilidad de que el PSOE vuelva a unir sus votos a los del PP y Ciudadanos para enmendar el proyecto fiscal del Gobierno de Ahora Madrid, como ocurrió en el pleno municipal del pasado mes de septiembre, cuando la oposición votó una serie de modificaciones al proyecto inicial de reforma del IBI.

Sobre esta votación conjunta, que no es vinculante pero lo será si se repite en el pleno que debata las ordenanzas fiscales para 2016, el concejal socialista puntualizó que lo que hizo el PSOE fue proponer, y lograr el apoyo del PP, para una bajada del IBI residencial mayor del que preveía el Gobierno y en especial una bonificación para las rentas más bajas o familias con personas con discapacidad, por medio de la inclusión de lo que el PSOE llama "un IBI social".

Como "esto es un quid pro quo", añadió, el PSOE también votó a favor de la propuesta del PP de bajar un 2% el IBI no residencial a todos los locales, también a las grandes superficies. No para un cambalache, aseguraron desde el PSOE, sino para conseguir una propuesta "coherente" con mayores beneficios para las rentas más bajas.

En aquel pleno, el PSOE también votó junto al PP y Ciudadadanos en favor de un compromiso por reducir el IBI al mínimo legal del 0,4% al final de la legislatura, que salió adelante pese al voto en contra de Ahora Madrid, y permitió con su abstención que se aprobara la exención de todas las tasas municipales en los primeros dos años a las nuevas empresas que se instalen en Madrid, y en los primeros cinco si no obtienen beneficios.