El exdirector general de Economía de la Comunidad de Madrid, Pablo Abejas, ha defendido que empleó de forma "legal" la tarjeta de crédito a la que tenía derecho como miembro de la Comisión de Control de Caja Madrid y que se considera una "víctima" de este caso.
Abejas se ha declarado "absolutamente" tranquilo con respecto al uso de la tarjeta de crédito y abierto a dar explicaciones en cualquier instancia, aunque ha recalcado que no está "encausado", "ni imputado ni llamado por nada".
El exdirector general de Economía ha asegurado que el empleo de este tipo de tarjetas es habitual en el sector financiero y en todo tipo de grandes corporaciones. Asegura que declaró a Hacienda "todo" lo que Caja Madrid identificó como sus ingresos y que lo "único" que ha hecho es trabajar y cumplir con su obligación.
Según Abejas, el "número dos" de Caja Madrid le dio en su día una tarjeta, cuyas únicas condiciones de uso eran no sobrepasar el límite de 25.000 euros y no realizar gastos inadecuados.
Por ello, ha recalcado que esta tarjeta suponía, junto al pago de dietas por asistir a determinados órganos de dirección, su única retribución acorde con la "responsabilidad seria" que tenía en la entidad: "No nos hemos reunido unos cuantos para ver cómo hacemos para llevarnos el dinero", ha aseverado.
El exdirector general de Economía ha insistido en que no hizo un uso ilegal de esta tarjeta y que si ha habido un abuso o no en el caso de los miembros de Caja Madrid o Bankia que contaban con una "tendrá que juzgarlo quien corresponda".
Abejas ha lamentado la polémica suscitada por esta "práctica habitual" que hasta 2009 se consideraba parte de los gastos de dirección de las grandes corporaciones bancarias y que, de calificarse como delito, supondría "encerrar a todos los directivos de España". "Ganar dinero legítimamente no es delito", ha concluido el exdirector general.
DIMITE LA PRESIDENTA DE LA FUNCACIÓN CAJA MADRID Y SE COMPROMETE A DEVOLVER "LO QUE HUBIERE LUGAR"
La presidenta de la Fundación Obra Social y Monte de Piedad Caja Madrid, Carmen Cafranga, ha remitido a Efe un comunicado personal en el que anuncia su dimisión del cargo y se compromete a "hacer voluntariamente las reparaciones a las que hubiere lugar".
Según documentos a los que ha tenido acceso Efe, Carmen Cafranga, que dice tener la "firme convicción de haber actuado siempre con plena legalidad", habría sido beneficiaria del uso de tarjetas de crédito "opacas" con las que dispuso gastos por importe de 175.200 euros.
La dimisión de la presidenta de la Fundación llega después de que el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, hubiera solicitado que dejara el cargo.
La expresidenta de la Fundación Caja Madrid ha indicado que "no existe respecto de mi persona ni de la Fundación imputación judicial de ningún tipo como tampoco existe acusación por esta cuestión de las tarjetas de empresa contra los Consejeros y cargos electos de Caja Madrid".
Pese a todo, Cafranga ha resaltado que "no obstante, con el fin de despejar toda sospecha de instrumentalización de la Fundación en mi favor, dejo la presidencia".
En el comunicado, Cafranga ha explicado que "a la vista de las informaciones aparecidas en diversos medios de comunicación estos días sobre las tarjetas de empresa de los consejeros de Caja Madrid y Bankia y con el fin de preservar los intereses de la Fundación Obra Social y Monte de Piedad Caja Madrid, presento mi dimisión como Presidenta".
En la nota, Cafranga ha justificado el uso de las tarjetas de crédito y ha precisado que "el sistema de compensación a los consejeros de la desaparecida entidad financiera -Caja Madrid-, de la que es heredera la Fundación, está documentado y definido en sus órganos de gobierno desde los ya remotos tiempos de 1988".
Además, ha detallado que esa costumbre "es un modelo generalizado en este tipo de entidades y en numerosas empresas y estaba sometido a los más rigurosos sistemas de control y fiscalización, tanto internos como del Banco de España y de los demás organismos supervisores y reguladores competentes".
La dimisionaria ha precisado que "las opiniones jurídicas consultadas descartan cualquier irregularidad de tipo penal" en el uso de las tarjetas de crédito.
Además, ha comentado que "la Fiscalía Anticorrupción se ha limitado a remitir al juzgado que instruye el llamado "Caso Bankia" la documentación facilitada por el FROB, para que el material sea examinado por los peritos del Banco de España en el contexto de la pericia que ya les venía encargada".
En su descargo, la antigua presidenta de la Fundación Caja Madrid ha reseñado que "como es evidente desde los años ochenta hasta la creación de Bankia en 2011 han pasado por la entidad Caja Madrid un conjunto de personalidades que han utilizado las tarjetas de empresa y cuya probidad es incuestionable".
A continuación ha reseñado que "poner en cuestión que el sistema se hacía con plena legalidad, con gestión propia de la entidad y con absoluta transparencia, ya que precisamente el modelo de las tarjetas de empresa aseguraba el máximo control, choca con una realidad acrisolada en el tiempo".