Análisis genéticos de las heces de los perros, campañas que abroncan al dueño del can, multas de hasta 15.000 euros y patrullas caninas constituyen las principales armas de las ciudades españolas para plantear batalla a las cacas. En Madrid, patrullas anticacas inician su labor en los distritos de Villaverde y Tetuán para multar a los dueños de los perros que no recogen los excrementos de sus mascotas.
Se trata de la última iniciativa ha partido de la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, que anunció hace unos días una enorme campaña de multas para quienes no recojan los excrementos de sus perros, unas sanciones que podrán sustituirse por trabajar en la limpieza de las calles de Madrid los fines de semana.
"Respecto a los excrementos de los perros, me gustaría que ustedes los vieran: los tenemos localizados y, mucho cuidado, porque empieza una enorme campaña de multas", señaló la alcaldesa, que ha asegurado que el Ayuntamiento tiene localizadas las zonas y las horas en que más se producen estos hechos.
La alcaldesa ha defendido las iniciativas de su equipo de Gobierno para controlar la limpieza de la capital y también su campaña de concienciación que -ha comentado- se prolongará durante toda la legislatura y que espera que el siguiente equipo de Gobierno mantenga también.