La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a penas de hasta siete años de prisión a tres jóvenes con edades comprendidas entre los 26 y los 22 años por el asesinato en octubre de 2019 de un ciudadano chino que regentaba una tienda de alimentación en Vicálvaro.
Así consta en una sentencia en la que los magistrados penan a dos de los acusados a siete años por un delito de robo con violencia y un delito de homicidio con las atenuantes de drogadicción y dilaciones indebidas. A otro de los condenados se le imponen cuatro años de cárcel por el robo y el homicidio como cómplice.
La Fiscalía de Madrid solicitaba 30 años de prisión para los tres jóvenes. En el crimen estuvo implicado un menor contra el que se sigue un procedimiento aparte. A todos ellos el representante del Ministerio Público les imputaba los delitos de asesinato y de robo con violencia.
Según el fiscal, sobre las 23:00 horas del 10 octubre de 2.019, R.R. V., B. M. D. B. y A. H. D. acudieron junto al menor de edad M. S. F. E. a un establecimiento de alimentación sito en la calle Jardín de la Duquesa s/n de Madrid regentado por C. C., de nacionalidad china, junto con su esposa C. L. y el hijo de ambos, F. C, quien no se encontraba en la tienda en el momento de los hechos.
Los cuatro asaltantes se presentaron en el establecimiento armados con cuchillos y una pistola simulada, y se ataviaron con gorras, capuchas, bufandas y guantes.
Tras comprobar R. R. V. que no había clientes dentro del establecimiento, los otros tres acusados entraron en el local mientras él vigilaba el exterior del local para advertirles de la presencia de otras personas o de funcionarios policiales en las proximidades.
Una vez en el interior de la tienda, A. H. D le pidió a C. L. que le entregara el dinero recaudado mientras le apuntaba con la pistola de aire comprimido que portaba simulando ser de fuego real.
Mientras, al mismo tiempo que B. M. D. B. hacía lo mismo con su marido. Ante la negativa, "y antes de que éste pudiera ofrecer cualquier oposición", B. M. D. B. sacó "súbitamente" el cuchillo que portaba clavándoselo en la región torácica izquierda.
Tras ello, los acusados sustrajeron los 400 euros de la recaudación de ese día y huyeron juntos del lugar. C. C. murió instantes después a consecuencia de la hemorragia provocada por la herida sufrida con el cuchillo, que le causó una perforación de la arteria aorta descendente.