Carrera de galgos en el canódromo de Carabanchel | JL SANZ
(Actualizado

"Cincuenta pesetas al ocho, a ganador y colocado". Está era una de las apuestas que se podían hacer en el Canódromo de Carabanchel, sobre todo los sábados y domingos por la mañana, cuando acudían padres con sus hijos a ver correr los galgos sobre la pista de la Vía Carpetana.

Una actividad que tuvo sobre todo tirón en los años 60 y 70 y que finalmente cerró en 1989. El complejo de carreras de perros fue una iniciativa de la Sociedad Canódromo Madrileño. El edificio principal y las gradas fueron un alarde de construcción e ingeniería.

En este recinto se celebraron una decena de campeonatos de España, desde el arranque de las carreras hasta 1987 que se disputó el último premio. En 1989 cesó la actividad debido al descenso de asistentes. La liebre mecánica dejó de recorrer la cuerda de esta pista y la afición se trasladó a campo abierto.

En 1990 se decidió convertir en velódromo con una de madera camerunesa que nunca llegó a funcionar y costó 6 millones de euros

Y afición no faltaba porque Madrid tiene una cierta tradición galguera. En 1913 se fundó la Sociedad “El Goloso” y a partir de 1915 se instauró la “Copa Algete”.

El canódromo de Carabanchel durmió dos años y en 1990 se decidió convertir en velódromo. Se realizó una rehabilitación profunda y se instaló una estupenda pista peraltada de madera camerunesa que nunca llegó a funcionar. En total, 6 millones de euros de inversión. De nuevo el recinto cayó en el olvido hasta el primer intento olímpico de Madrid en el que la instalación fue incluida para la cita de Madrid 2012.

Vista del velódromo de Carabanchel | Yoshito Isono

Para el nuevo intento olímpico de Madrid 2016 la pista fue desmontada y, en principio, se iba a montar en un nuevo velódromo próximo al Estadio de La Peineta. Como tampoco la capital se alzó con las olimpiadas de 2016, las tablas de la pista se almacenaron y guardaron.

Con el tercer, y por ahora último, intento de hacer de la capital sede olímpica en Madrid 2020 volvió a resucitarse el proyecto de velódromo en Carabanchel. Otra vez se preveía instalar la pista desmontada unos años antes, pero como la aspiración quedó en fiasco las tablas siguieron amontonadas.

Pero el canódromo de Vía Carpetana pudo tener uso distinto a los planeados. En en invierno de 2004 el Ayuntamiento, dueño de la instalación, lo destinó a un albergue provisional para personas sin hogar. Los vecinos de Carabanchel realizaron diversas protestas, incluidas acampadas, y lograron la promesa de transformarlo en equipamiento deportivo público.

Entrada al campo de fútbol en la Vía Carpetana | GSV

Y llegaron las obras para convertir el espacio, definitivamente, en una instalación deportiva: un campo de fútbol. Un acuerdo de permuta de suelo entre la Junta de Distrito y el Club Puerta Bonita permitió a este trasladar "El Hogar", su terreno de juego, al del antiguo canódromo. De hecho el nuevo recinto se llamó 'Estadio Antiguo Canódromo'.

En 2016 se detectaron problemas estructurales en el graderío y la cubierta y el Ayuntamiento cerró el campo de fútbol para realizar las reparaciones. De paso recuperó la gestión directa. En 2019 volvió a abrir sus puertas a los futbolistas y aficionados carabancheleros ya como 'Centro Deportivo Municipal Antiguo Canódromo'. Los perros siguen corriendo, pero ahora lo hacen con sus dueños sobre todo por el cercano parque de la Cuña Verde.