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La Audiencia Provincial de Madrid juzga a una banda que presuntamente atracaba bancos a punta de pistola, cuyos acusados se enfrentan a penas que oscilan entre los diecinueve años y seis meses de prisión y dos años y medio de cárcel.

Los cinco procesados sentarán en el banquillo de los acusados por la presunta comisión de los delitos de grupo criminal, robo con intimidación, detención ilegal y tenencia ilícita de armas.

Uno de los integrantes de una supuesta banda de atracadores de bancos ha admitido en el juicio su participación en abril de 2016 en un intento frustrado de una sucursal, si bien ha negado su intervención en otros tantos asaltos que le atribuye la Policía, justificando las conversaciones en las que detallaba otros robos en que alardeaba de su falsa autoría para ganarse la confianza del grupo como si fuera "un actor que seguía un guión".

Así lo ha manifestado Juan Carlos R.B., uno de los cinco acusados que se enfrentan a penas de entre diecinueve años y seis meses de prisión y dos años y medio de cárcel. Se les juzga en la Audiencia de Madrid por la presunta comisión de los delitos de grupo criminal, robo con intimidación, detención ilegal y tenencia ilícita de armas.

Juan Carlos y otro de los procesados, Juan Carlos M.B., están ya encarcelados por su participación en otros atracos. La Policía les atribuye cerca de once en la capital y alrededores. Sin embargó, ellos niegan tal afirmación.

"Yo nunca he cometido un atracó, pero sí intenté uno", ha aseverado en el juicio Juan Carlos R.B.. "Yo alardeaba de atracos que había escuchado en la cárcel y que se habían cometido hace veinte años. Pero era para coger confianza en el grupo. Para hacerme valedor de que podía cometer uno. Como un actor que sigue un guión", ha explicado al fiscal, admitiendo que el día que les detuvieron si tenían la intención de asaltar un banco.

De igual modo, otro de los procesados ha comentado que sí participó en el intento de robo, pero no en el que se llevó a cabo el 22 de enero, hechos por los que también son acusados. Además, ha manifestado que ocurre lo mismo que hace años cuando la Policía le acusó, según su relato, falsamente de cometer cuatro asaltos.

Los tres acusados restantes han negado su participación en los hechos juzgados. Uno de ellos ha explicado que Juan Carlos R.B., amigo de su madre, le solicitó un servicio ya que era taxista y le pidió que ese día le llevara a él y a unos amigos al centro.

"Pensé que me ganaría un dinero extra porque libraba y mira lo que gané", ha afirmado ante el tribunal, negando saber la finalidad del grupo al que trasladó, ya que pensó que al ser mayores y ser casi las cinco de la madrugada irían a un club. Ese día, la Policía les detuvo sin poder llevar a cabo sus planes.

Uno de los empelados de la sucursal atracada en enero de 2016 ha declarado que dos personas le abordaron y le obligaron a quitar las alarmas del banco. A su compañero le engrilletaron, mientras que a él le amenazaron con una pistola. Reconoció a los anteriores en las ruedas de reconocimiento, pero con dudas.

RELATO DEL FISCAL

Según el fiscal, dos de los miembros de la banda, puestos de común acuerdo y con ánimo de obtener un enriquecimiento injusto, se dirigieron a una sucursal de Bankia en Madrid, con los rostros cubiertos para no ser reconocidos y armados con dos pistolas, antes de que abriera a la espera de que llegara el primer empleado.

Cuando esto ocurrió, le intimidaron con los revólveres, le obligaron a quitar la alarma y activar el retardo de la caja fuerte. Cuando llegó el segundo empleado obraron igual y le encerraron atado en un cuarto.

Finalizados los retardos, y siempre a punta de pistola, se llevaron cerca de 12.000 euros. Menos de veinte minutos después de iniciarse el atraco, los atracadores había acabado. Una vez se dieron a la fuga, el primer empleado que llegó a la sucursal liberó de sus ataduras al segundo.

Alertado el Grupo Especial para la prevención e investigación de delitos Contra el Patrimonio y Orden Socioeconómico de la existencia de este robo, similar a otros anteriores en los que los atracadores parecían tener un pleno conocimiento del día a día de las sucursales bancarias y de quiénes trabajaban en ellas, comenzó una investigación que les llevó a sospechar que en la madrugada del 11 de abril de 2016 iba a tener lugar otro atraco de este grupo criminal, del que fueron averiguando el número y nombre de sus integrantes.

Para evitarlo y capturarles se estableció en las inmediaciones de la sede bancaria un dispositivo de seguridad y control, que concluyó con la detención de los acusados Juan Carlos, Miguel, y Daniel, a los que se les intervino dos revólveres y una pistola.