Unas cincuenta personas han participado este sábado en una marcha organizada por seis colectivos ecologistas para exigir la demolición de la presa Cerro Alarcón por considerar que esta infraestructura corta el flujo del río Perales, pone en riesgo la seguridad de las personas y supone un grave deterioro del ecosistema fluvial.
La marcha, que ha partido de Valdemorillo, con el lema "Queremos un río Perales vivo, con agua para la vida", ha sido promovida por la Asociación para la Recuperación del Bosque Autóctono (Arba), Asociación Ecologista del Jarama "El Soto", Ecologistas en Acción, Grupo de Acción para el Medio Ambiente (Gramma), Jarama Vivo y la Plataforma por los ríos de Madrid y el río Tajo.
Los convocantes explican en un comunicado que la presa Cerro Alarcón, situada en el municipio de Navalagamella, embalsa agua del río Perales, afluente del río Alberche, dentro del espacio protegido Red Natura 2000 denominado Zona de Especial Conservación de las Cuencas de los ríos Alberche y Cofio y Zona de Especial Protección para las Aves Encinares de los ríos Alberche y Cofio.
Esquí Náutico
Según el Plan de Gestión de este espacio, la presa y el río Perales se sitúan en Zona B: Protección y Mantenimiento de Usos Tradicionales.
Estos colectivos indican que la presa Cerro Alarcón, cuya construcción finalizó en 1970, lleva años sin respetar el caudal ecológico del río Perales y, después de haber sido transferida a diferentes titulares, el Club de Esquí Náutico existente en el embalse afirma ser el responsable de su mantenimiento.
Aseguran que la presa corta completamente el flujo del río Perales, que queda seco, lo que supone un grave deterioro para el ecosistema fluvial y una barrera para la vida piscícola.
Más de 100 barreras
Una de las especies de peces más afectada es el calandino, declarada en peligro de extinción en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas.
Estos son motivos suficientes para que la Confederación Hidrográfica del Tajo declare la caducidad del aprovechamiento y ordene la demolición de la presa, según los grupos ecologistas impulsores de la marcha. En los ríos de la Comunidad de Madrid hay un total de 104 barreras con más de un metro de altura, de las que el 90% son azudes, y que en la mayoría de los casos están abandonadas desde hace tiempo y de cuya retirada deberían asumir los titulares de la concesión original o, de forma subsidiaria, la Confederación Hidrográfica del Tajo