El presunto líder de la mafia china detenido en el marco de la "Operación Emperador", Gao Ping, amenazó con "arrancar las manos y los pies" del marido de una trabajadora de una de las empresas de la trama si no le devolvía "hasta el último céntimo" de los 50.000 euros que le debía.
Así consta en un informe policial contenido en el sumario de la "Operación Emperador", al que ha tenido acceso Efe, en el que los investigadores subrayan que Ping no dudaba en "emplear la violencia" cuando veía que los intereses de su organización podían verse perjudicados.
Fue su mujer, Lizhen Yang, la que le alertó de que el departamento de contabilidad de una de las empresas en las que se encontraba al frente su lugarteniente Wei Lin -que el informe no cita- había descubierto que el marido de la empleada había gastado 50.000 euros, la cual se excusó diciendo que no sabía en qué.
Gao Ping contestó entonces a su esposa que llamara a los padres de la empleada para que ejercieran como avalistas porque, de lo contrario, la mujer debía dejar de trabajar y, si no devolvía "hasta el último céntimo" de ese importe, "arrancarán los pies y manos del marido".
Cuando "precisa realizar alguna actividad relacionada con el uso de la violencia", Gao Ping, subraya el informe, recurre al supuesto responsable del aparato extorsionador de la organización criminal, Haibo Li.
De esta forma, los agentes explican que contrató "matones a sueldo" dirigidos por este último para vengar una agresión a su hermana que se produjo en el establecimiento que regentaba en la Plaza de Cascorro de Madrid.
En unas conversaciones registradas el pasado 9 de abril, Gao Ping comunica a su hermano, Xiang ChuPing, que el agresor "se ha rendido" y aceptado una paliza como medio de castigo después de que haya sido "asustado" por Katong, al que los investigadores identifican con Hai Bo Li.
Los investigadores aluden además a la "hegemonía" de Gao Ping en toda la comunidad china y aseguran que se comprometió a ocuparse de una agresión a dos ciudadanos chinos que se había producido durante una reyerta en el polígono de Cobo Calleja de Fuenlabrada (Madrid).