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A las cuatro y dos de la tarde, cuando Alberto Contador inició la decisiva contrarreloj de Burdeos, sus paisanos reunidos en el Teatro Francisco Rabal de su Pinto natal explotaron en aplausos.

Cuerpo Algo más de 200 pinteños se dieron cita hoy en el Teatro Municipal de la ciudad para presenciar, en pantalla gigante, la penúltima etapa del Tour de Francia 2010, la que debía llevar a Contador a asegurar un paseo triunfal mañana en los Campos Elíseos.

La confianza reinaba antes del comienzo de la etapa, ateniéndose a los buenos resultados de su paisano como contrarrelojista, aunque los nervios empezaron a aflorar cuando los primeros datos reflejan que Andy Schleck estaba recortando sus ocho segundos de desventaja.

"¡Vamos Contador!", "¡Ánimo campeón!" o "¡Venga Alberto!", eran algunos de los gritos de apoyo de la ciudad de Pinto. Sin embargo, los rótulos del Tour de Francia no traían buenas noticias, e indicaban que el luxemburgués se estaba colocando a sólo dos segundos del ciclista pinteño en la general.

La gente siguió confiando, "es un campeón", "está fuerte, aguantará", pero la tensión se palpaba en el ambiente y los gestos de temor empezaban a hacerse visibles en algunos de los asistentes. Pero, superada algo más de media carrera, el Teatro Francisco Rabal y todo Pinto suspiraron: Alberto Contador había aumentado su diferencia en la general a diez segundos.

"Tiene genes extremeños y los genes extremeños son muy fuertes, son como las encinas", comentó uno de sus paisanos enarbolando una bandera de Extremadura, Comunidad de donde son naturales los padres del campeón, Francisco Contador y Francisca Velasco.

Por la megafonía atronaba la canción de Mama Kids en honor a Alberto Contador: "¡Yo quiero ser como tú... Vivir contrarreloj... Quiero ponerme el maillot, como Contador, y ganar este Tour!".

Entonces las muestras de júbilo comenzaron a extenderse, de forma paralela a los segundos que comenzaba a recuperar el español sobre Andy Schleck: 15, 17, 23, 26 segundos en la general... "¡El tercer Tour ya está aquí!, ¡Este triunfo es de todos nosotros!, "¡Alberto ya nos trae el maillot amarillo!", "¡Nuestros ánimos le han llegado!", grita el locutor del Teatro.

Alberto cruzó la línea de meta y el tercer Tour está en el bolsillo: finalmente, 39 segundos de ventaja en la clasificación general sobre Andy Schleck.

"Es un orgullo ser paisano de Alberto Contador. Está llevando el nombre de nuestro pueblo por todo el mundo. Antes pocos conocían Pinto, ahora todos saben dónde estamos", asegura ufano un joven admirador de Contador.

Los más de 200 asistentes se despidieron entre risas y abrazos y se emplazaban en el mismo lugar para mañana, donde presenciarán la última etapa y la coronación de su ídolo y paisano en París.