Polémica en redes sociales por el balizamiento de los parques de Madrid en la ola de calor
A diario se miden las condiciones del viento, humedad y temperatura y, en función de ellas, se decide el cierre
Te contamos por qué se balizan los parques cuando hay temperatura extremas
Un día más de ola de calor, un día más con altas temperaturas en la región, un día más con el acceso cerrado a algunas zonas de los parques de Madrid.
Muchos madrileños no entienden por qué no pueden huir de los rigores del sol y 'aliviar' los calores que sufre la capital precisamente en las zonas con más árboles. Y muestran su descontento en las redes sociales. Twitter se activa y el debate está servido.
El pasado domingo, poco después de las tres de la tarde, el periodista Antonio Maestre criticaba en un tuit el nuevo balizamiento de los parques madrileños.
Muchos ciudadanos se hacían la misma reflexión en las redes sociales. No entendían por qué una ‘ola de calor’ activa el balizamiento de algunas zonas o, incluso, el cierre de parques y se priva a los ciudadanos de la codiciada sombra de los árboles cuando más necesaria es.
¿Por qué se balizan los parques en una ola de calor?
En realidad los parques de Madrid no se balizan por calor ni por temperaturas altas: tiene que producirse una confluencia de factores. No se cierran por ola de calor, sino por fenómenos adversos extremos y la combinación de distintos criterios. El cierre se activa cuando se superan determinados umbrales de velocidad del viento, humedad del suelo, temperatura y, en invierno, nevadas.
"El Ayuntamiento de Madrid entiende perfectamente las molestias que ocasiona cerrar los parques", explican a Telemadrid.es fuentes municipales del Área de Medio Ambiente, "pero hay un protocolo que entra en función por condiciones climatológicas extremas". El domingo pasado se cerraron los parques porque "la temperatura era de 41 grados y vientos de 57 KM/ h y el agua en suelo del 5%".
Los parques se cierran "porque está la seguridad comprometida, los arboles están vivos y reaccionan ante condiciones adversas, a pesar de las labores de prevención que hacemos". A diario se miden las condiciones del viento, humedad y temperatura y, en función de ellas, se decide el cierre.
La sequedad del ambiente aumenta el riesgo de que se parta alguna rama
La humedad es uno de los factores que está influyendo en estos momento para determinar el cierre de los parques, o más bien la ausencia de ella provocada por la ola de calor que estamos viviendo.
Los árboles toman el agua por las raíces, asciende por el tallo y las ramas hasta su regreso a la atmósfera a través de las hojas. Ante altas temperaturas continuadas, el árbol desarrolla un mecanismo de ahorro de agua que le conduce a reducir la superficie a través de la cual pierde el agua. Fisiológicamente, este mecanismo provocaría que las células de los vasos comunicantes del árbol que transportan el agua se hinchasen y produjesen que dentro de la rama se creen más espacios y eso hace que la madera no tenga la misma capacidad de resistencia. Al final, esto se traduce en que puede colapsar, se fractura y tira una rama.
Protocolo
Existe un protocolo para El Retiro que señala cuándo debe cerrarse. Y lo que se establece para el Retiro, se aplica también para los otros ocho parques históricos de Madrid: El Capricho, Jardines de Sabatini, la Rosaleda del Parque del Oeste, Juan Carlos I, Juan Pablo II, Quinta de Fuente del Berro, Quinta de los Molinos y Quinta Torre Arias.
Este protocolo se puso en marcha en 2019 tras varios accidentes ocurridos en los años anteriores en los que murió un hombre de 38 años y un niño de 4 al caerles encima una rama y un árbol en El Retiro, respectivamente.
Desde entonces el 'Protocolo de actuación ante la previsión de situaciones meteorológicas excepcionalmente adversas y de gestión de incidencias causadas por el arbolado en los jardines del Buen Retiro de Madrid' condiciona la apertura de los nueve parques históricos de Madrid a las condiciones climatológicas.
Cuatro niveles de alerta
El protocolo que sigue el Ayuntamiento de Madrid para decidir el balizamiento de los parques establece cuatro niveles de alerta, en función de las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET):
• Verde: corresponde a aquella situación en la que ninguno de los factores meteorológicos supera el umbral mínimo establecido.
• Amarillo: no existe riesgo para la población en general, aunque sí implicaría cierta probabilidad de caída de ramas o de arbolado.
• Naranja: existe un riesgo importante con mayor probabilidad de caída de ramas y arbolado (se recomienda el desalojo y se balizan zonas de riesgo).
• Roja: el riesgo es muy importante, con una probabilidad elevada de caída de ramas y arbolado en los jardines (se cierran los parques).
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