(Actualizado

La Policía mantiene abierta la operación de búsqueda de los posibles autores del tiroteo ocurrido ayer en el barrio madrileño de Sanchinarro, en el que dos hombres de unos cuarenta años y de nacionalidad colombiana resultaron heridos, uno de ellos por arma de fuego, según han informado fuentes policiales. El herido de bala ya ha sido dado de alta en el Hospital Universitario La Paz y ha sido trasladado a dependencias policiales donde se le tomará declaración para aclarar lo sucedido. El otro, con politraumatismos, continúa ingresado en el Hospital Ramón y Cajal bajo custodia policial.

El 091 recibió ayer a las 16.45 horas el aviso de que dos personas se habían precipitado al patio interior del edificio ubicado en el número 91 de la calle Niceto Alcalá Zamora. La Policía entró en el piso donde tuvo origen el incidente y que estaba vació, por lo que rastreó todo el edificio y las inmediaciones, que han sido acordonadas.

El dispositivo policial contó con una Unidad de Intervención Policial (UIP), una Unidad de Prevención Y Reacción (UPR) y otra se seguridad ciudadanos, así como con el helicóptero cóndor.

LOS VECINOS, CON EL "MIEDO EN EL CUERPO"

Los vecinos de Sanchinarro todavía tienen "el miedo en el cuerpo" tras este suceso. Virginia Miranda, que trabaja en el edificio donde ocurrieron los hechos, ha asegurado este viernes que estaba en la terraza cuando comenzó a ver un despliegue policial "increíble". "La Policía nos dijo que no saliéramos de casa y que no nos acercáramos a las zonas comunes ni nada por el estilo. Estuvimos desde las cuatro hasta las ocho allí, y cuando nos asomamos a la terraza vimos que había una toalla con sangre y la Policía científica tomando huellas y demás", ha explicado.

Otro vecino del edificio, Borja López, ha explicado a los medios que estaba en el trabajo cuando le llamaron para avisarle del despliegue policial que estaba teniendo lugar en el bloque de viviendas donde vive. Así ha confesado que los vecinos que residen en la casa donde se produjeron los hechos viven en el lugar desde hace muy poco tiempo. "Yo solamente vi a ella y a su hijo una vez en la piscina y son muy callados, ni simpáticos ni no simpáticos; pasaban desapercibidos", ha matizado.