Colocar una estructura de madera similar a la que han dejado los acampados de Sol conllevaría pagar un canon de 30.000 euros al año. De momento la estructura sigue en su sitio a pesar de no tener ningun permiso. Mientras tanto los que sí pagan por establecerse en Sol, los comerciantes, se recuperan poco a poco de los estragos causados por la acampada.
Un nuevo desafio a las administraciones, así lo ven los comerciantes de la zona que esperaban que la plaza estuviera en estos momentos totalmente despejada. Quedan una veintena de tiendas de campaña y este punto de información una estructura de madera que no cuenta con ningún permiso para su instalacion en pleno kilometro cero.
Los comerciantes piden que se actue inmediatamente quien lo debe de hacer ha sido una de las cuestiones que han levantado polémica en los pasillos de la asamblea.
El único consuelo para los comerciantes es en estos momentos la subida de las ventas. La gran mayoría de las tiendas de campaña han desaparecido y los clientes vuelven a la zona.
Mientras los servicios de jardineria trabajan para que la plaza vuelva a ser lo que era.