Recogida de firmas contra las 'cocinas fantasma' de Arganzuela, Tetuán y Chamartín

La Plataforma de Afectados por las Cocinas Fantasma de Madrid y la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM) han iniciado frente al colegio público Unamuno, en Arganzuela, la recogida de firmas para limitar la actividad de las 'cocinas fantasma' en entornos residenciales y escolares.

Se escoge este centro de la capital porque a 25 metros de las aulas se levantan las chimeneas de varias cocinas industriales. Los vecinos y la comunidad escolar han denunciado reiteradamente la emisión de humos, olores y los problemas de movilidad y seguridad por la continua presencia de 'raiders' con motos, bicis y furgonetas.

"Las cocinas industriales son un problema. Creemos que deben estar en los polígonos, pero si están en el medio de las viviendas, planteamos condiciones mínimas para que puedan abrir"

Las firmas tratan de modificar las Normas Urbanísticas del Plan General de Ordenación Urbana de Madrid (PGOUM). El Ayuntamiento de Madrid ha modificado algunas de las normas que permiten este tipo de actividades molestas, pero al no haberlas dotado de retroactividad, a las empresas ya implantadas no les afecta.

Pero no sólo es un tema de Arganzuela. La misma o peor situación se produce en Tetuán y Chamartín, con hasta una veintena de industrias de este tipo en una misma ubicación.

En estos momentos el Ayuntamiento de Madrid prepara una modificación más amplia de sus Normas Urbanísticas en las que incluirá los requisitos que han de cumplir negocios de reciente aparición como las 'cocinas fantasma'.

"Me imagino que es fácil para un hombre sin hijos, como es el caso del alcalde, decirnos que cuando suceda algo tenéis las puertas del Ayuntamiento estén abiertas. No podemos esperar a que pase algo a nuestros hijos"

Condiciones mínimas

La recogida de firmas se prolongará hasta mediados de noviembre. El día 16 de ese mes termina el plazo de presentación de sugerencias a la citada modificación del PGOUM. Las alegaciones que han recogido son fijar en ámbitos de uso cualificado residencial con un máximo de cuatro cocinas por establecimiento, una superficie máxima de 350 m2 y con una distancia mínima de 500 metros.

Las comunidades también buscan limitar el horario de actividad entre las 10 y las 22 horas, requerir la elaboración de un informe de movilidad y de medio ambiente, así como prohibir la venta directa al público y las multilicencias.

"Las cocinas industriales son un problema. Creemos que deben estar en los polígonos, pero si están en el medio de las viviendas, planteamos condiciones mínimas para que puedan abrir. Si estamos donde estamos es porque el Ayuntamiento durante el último año no nos ha querido hacer caso", han expresado desde la FRAVM.

"Me imagino que es fácil para un hombre sin hijos, como es el caso del alcalde, decirnos que cuando suceda algo tenéis las puertas del Ayuntamiento estén abiertas. No podemos esperar a que pase algo a nuestros hijos. Es labor de los políticos como servidores públicos prevenir", ha reclamado la madre de unos alumnos del colegio Unamuno.