Reconocen que el amianto fue la causa de fallecimiento de un cuarto trabajador de Metro de Madrid
El Instituto Nacional de la Seguridad Social así lo ha reconocido en el caso de C.S.B., un jubilado que falleció el 16 de abril de 2019
El Instituto Nacional de la Seguridad Social ha reconocido la enfermedad profesional por exposición y manipulación del amianto en Metro de Madrid a C.S.B., un jubilado que falleció el 16 de abril de 2019.
Ya son cuatro los casos de trabajadores del suburbano madrileño fallecidos con una enfermedad profesional por exposición y manipulación del amianto.
El secretario de Comisiones Obreras en el suburbano madrileño, Juan Carlos de la Cruz, ha precisado que el trabajador fallecido en abril permaneció durante muchos años de su vida laboral en el servicio de mantenimiento y se fue de la empresa con el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) del año 2014.
Metro de Madrid se va a poner en contacto con el Instituto Nacional de la Seguridad Social para que informe directamente a la compañía de los casos de trabajadores ya jubilados de Metro a los que se les pueda reconocer una enfermedad profesional, han señalado a Efe fuentes de la compañía. De esta manera, Metro de Madrid podrá realizar un mejor seguimiento de los casos de los trabajadores que ya no prestan servicio en la empresa.
Metro de Madrid conoció el reconocimiento de la enfermedad laboral a este trabajador hace escasos días, han indicado fuentes de la empresa.
CCOO está a la espera de la contestación del Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, respecto de otros dos trabajadores jubilados a los que probablemente también les sea reconocida la enfermedad profesional por exposición al amianto en Metro.
El sindicato ha apuntado además que también se le ha reconocido la enfermedad profesional a otro trabajador de una contrata, que estuvo realizando tareas de limpieza de trenes en Metro de Madrid. La Inspección de Trabajo, según CCOO, ha manifestado que este trabajador podría tener derecho un posible recargo de prestaciones por la responsabilidad directa de Metro de Madrid. Para la Inspección de Trabajo, la enfermedad profesional se deriva en este caso de las labores que realizaba este trabajador, de soplado bajo bastidor de los trenes con materiales con amianto y está originada por la ausencia de medidas de seguridad, y por la falta de coordinación de actividades empresariales de Metro de Madrid.
El periodo de latencia de la asbestosis -el tiempo que transcurre entre la exposición o manipulación, y el desarrollo de la enfermedad- suele ser entre diez y veinte años y entre veinte y cuarenta años en el caso del cáncer por amianto, por lo que muchos de los trabajadores afectados ya están jubilados."Es increíble que nuestra empresa no reconozca que deberíamos estar inscritos en el Registro de Empresas con Riesgo de Amianto (RERA) hace muchos años, porque actualmente aún existen posibilidades de que continuemos expuestos en algunos casos al amianto", ha subrayado Juan Carlos de la Cruz.
El pasado 14 de enero se ha encontrado un nuevo elemento con amianto en una junta, en los tacogeneradores de los trenes 2000, segunda serie. CCOO ha apuntado que están paralizados 114 trenes de la serie 2000, y 130 trenes de la serie 5000, con pintura bituminosa.
El próximo 6 de febrero, CCOO ha convocado una concentración a partir de las 09:00 horas, frente a los juzgados de Plaza de Castilla, con motivo de la comparecencia de los afectados por amianto y sus familiares, en el marco de las diligencias previas que se están llevando a cabo por el Juzgado de Instrucción número 23 de Madrid por un presunto delito contra los derechos de los trabajadores.
Metro de Madrid ha recordado que desde principios de 2018 ha puesto en marcha un plan de desamiantado de trenes e instalaciones, con un presupuesto de 140 millones de euros y que se prolongará hasta 2025. La compañía ha efectuado más de 1.000 reconocimientos médicos específicos sin haberse detectado hallazgos patológicos compatibles con exposición al amianto. Esta vigilancia de la salud se oferta con carácter anual. Además, ha realizado cerca de 600 mediciones ambientales en recintos de trabajo y trenes y todas han dado negativo, por lo que se descarta cualquier tipo de riesgo para trabajadores y usuarios de la red.
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