Regresa la Fiesta de la Vaquilla de Colmenar Viejo
Declarada de Interés Turístico en 1986
Colmenar Viejo vivirá este lunes, como cada 2 de febrero, su Fiesta de La Vaquilla, una de las tradiciones más arraigadas del municipio con la que, con 250 vaquilleros, se rememora la tarea ganadera del traslado de reses llenando las calles de la localidad de colorido y del sonido del chasqueo de hondas. L
a concejala de Festejos colmenareña, Remedios Hernán, ha indicado que a excepción de las fiestas patronales, la Fiesta de La Vaquilla es, junto con la de La Maya, "una de las tradiciones más queridas por los vecinos y en la que más participan".
Además, lo hacen o bien desde dentro, "es decir, preparando desde hace meses las vaquillas y todo lo necesario para los vaquilleros", o desde fuera, "porque son centenares las personas que acuden a la Plaza del Pueblo para ver, arropar y aplaudir a las vaquillas y para compartir con los vaquilleros, posteriormente, la celebración de la fiesta en cada uno de sus locales".
Este año participarán en la Fiesta 22 vaquillas y, de ellas y por segundo año consecutivo, una exclusivamente formada por chicas. La salida de las vaquillas de cada uno de sus lugares de partida será a las 16 horas. A esa hora también comenzará a repartirse en la Plaza del Pueblo, como novedad este año, caldo caliente con el fin de hacer más llevadero a los asistentes a la fiesta las bajas temperaturas que habitualmente se registran ese día.
El comienzo del baile de cada una de las vaquillas participantes en la fiesta será a las 17 horas en la Plaza del Pueblo. El Ayuntamiento volverá este año a instalar gradas en la plaza para facilitar la visión del baile de las vaquillas "y hacer más cómoda la asistencia, sobre todo, de las personas mayores y de las familias con niños pequeños", han destacado desde el Consistorio.
Una hora y media después, a las 18.30 horas, el director del periódico digital 'nuevaguia.es' Laureano Campano dará el Pregón de la Fiesta desde uno de los balcones de la Casa Consistorial y los actos finalizarán con la entrega de Trofeos a las vaquillas participantes, un grabado del artista colmenareño David Llorente y una dotación en metálico de 185 euros a cada una de ellas.
PREMIO FOTOGRAFICO
Con motivo de esta festividad, además, la Concejalía de Festejos del Ayuntamiento de Colmenar Viejo ha vuelto a convocar una nueva edición del Concurso de Fotografía 'Fiesta de La Vaquilla', un certamen cuyo tema es única y exclusivamente la Fiesta de La Vaquilla y en el que pueden participar todos los fotógrafos que lo deseen, profesionales o no.
En la edición de este año, se ha establecido un Primer Premio, dotado con 600 euros a una sola fotografía, y dos Accésit, dotados con 300 euros cada uno. La fotografía ganadora del Primer Premio servirá como imagen del cartel anunciador de la Fiesta de 'La Vaquilla' de 2016. Además, todas las fotografías premiadas pasarán al Archivo fotográfico del Ayuntamiento de la localidad.
Asimsimo, se realizará una selección entre todas las fotografías participantes para el montaje de una exposición, en fechas próximas al concurso, en el Centro Cultural Pablo Ruiz Picasso.
La Concejalía de Festejos ha recordado que las fotografías que se presenten al concurso deberán haber sido realizadas en el año de la convocatoria del certamen, es decir, este año, quedando descalificadas las tomadas en años anteriores. El plazo de presentación de trabajos finaliza el próximo 20 de febrero.
FIESTA DE LA VAQUILLA
Los orígenes de esta fiesta, declarada de Interés Turístico desde 1986, parecen remontarse a la antig~edad romana o incluso, tal vez, a la prehistoria. Según comenta Julio Caro Baroja en su libro sobre el Carnaval, los jóvenes romanos, disfrazados con pieles de animales y cuernos, corrían detrás de las mujeres simbolizando un intento de reanimar la fertilidad tras el invierno.
En Colmenar Viejo, a pesar de no tener constancia escrita, todo hace suponer que la celebración de La Vaquilla existe ya desde la andadura estable de esta villa, a mediados del siglo XIII. Aunque la Fiesta de La Vaquilla es cada 2 de febrero, aproximadamente dos semanas antes de su celebración, los mozos que participan en ella se reúnen para hacer los preparativos.
Tradicionalmente, las madres de los vaquilleros se reúnen para vestir la vaquilla: un armazón de madera con varias costillas, palos forrados en los que se cuelgan pañuelos, y en cuya parte frontal se colocan dos cuernos, en algunos casos, embolados con naranjas y rosquillas.
Todo este armazón se adorna con hermosos mantones de Manila, pañuelos de seda y flores de papel o naturales; y el frente de la vaquilla se engalana con broches, pendientes y colgantes.
Cada vaquilla sale de una vivienda o local y está formada por mayoral, vaquilleros y taleguero. Cada una de ellas realiza un recorrido por diferentes calles de la localidad hasta llegar a la Plaza del Pueblo, donde, de una en una, van exhibiendo su belleza y colorido con un particular baile que simula embestidas a los vaquilleros.
Tras la exhibición, cada vaquilla vuelve a su lugar de salida y allí se simula su muerte con tres tiros de escopeta al aire y se bebe la sangre del animal muerto: una limonada que podrán degustar todos los asistentes al acto.
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