Riesgo de expolio en el yacimiento arqueológico de Carabanchel
Han derribado varios tramos de valla y accedido al interior del área de prospección
Bajo el entorno de Eugenia de Montijo se sitúa una gran ciudad romana de la que existen registros
Parte de Carabanchel fue una ciudad romana y antes de esta cultura hubo otras asentadas aquí, como poblados carpetanos. Esto es ya sabido y de hecho en las obras del metro aparecieron restos de este periodo clásico y anteriores. Los arqueólogos sacaron entonces algunos vestigios y el resto se tapó.
Ahora, antes de que una gran operación inmobiliaria se levante sobre los terrenos de la antigua cárcel de Carabanchel, los arqueólogos han vuelto a la zona para rescatar del pasado parte de la historia de Madrid.
Sin embargo, algunas personas han derribado el vallado o abierto huecos en las alambradas para acceder al interior. Esto plantea el riesgo de expolio, si los que acuden son desaprensivos del mundo del arte y el coleccionismo.
También está el riesgo de destrucción del trabajo previo de los especialistas para elaborar las cuadriculas y las catas que se llevarán a cabo. Y luego está quienes reclaman el paso por estos terrenos públicos y sienten rechazo al vallado.
La asociación Carabanchel, Historia y Patrimonio ha hecho un llamamiento al vecindario para que se respeten los trabajos arqueológicos, tanto el cerramiento del área de trabajo como si interior.
Esta parte de Carabanchel contiene además de parte del pasado más remoto de Madrid una de las joyas de la arquitectura medieval española. La iglesia de Santa María La Antigua, del siglo XIII. Un edificio construido en estilo románico mudéjar. La iglesia más antigua de Madrid.
Un templo erigido sobre construcciones romanas y visigodas y al que la tradición vincula con San Isidro, su fe y su trabajo como pocero. De hecho en el interior de Santa María La Antigua encontramos un pozo que se atribuye al Patrón de Madrid.
Viaje de agua
Bajo el suelo de Carabanchel no cesan de surgir restos del pasado. A principios de mes, la misma asociación daba cuenta de la aparición de un posible viaje de agua en las obras de las cocheras de Metro. Una de las primitivas conducciones que llevaban el agua a la ciudad desde fuentes, surgencias y arroyos.
Se pidió entonces que se tuviera en cuenta el hallazgo de estos sistemas de transporte hidráulico del siglo XVII que trasladaban el agua desde las zonas altas de Madrid, como Chamartín o Fuencarral, hasta las más bajas.
{{#href}} {{ text }} {{/href}} {{^href}} {{ text }} {{/href}}
{{#href}} {{ text }} {{/href}} {{^href}} {{ text }} {{/href}}
{{/text}} {{/kicker}} {{#title}} {{#text}}{{#href}} {{ text }} {{/href}} {{^href}} {{ text }} {{/href}}
{{/text}} {{/title}}{{#href}} {{ text }} {{/href}} {{^href}} {{ text }} {{/href}}
{{#href}} {{ text }} {{/href}} {{^href}} {{ text }} {{/href}}
{{/text}} {{/kicker}} {{#title}} {{#text}}